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La crisis en Unión de Centro Democrático

Oreja y Viana reproducen en Euskadi la "guerra" Calvo Sotelo-Suarez

La solicitud de dimisión de Marcelino Oreja como delegado del Gobierno en el País Vasco, hecha el martes a Calvo Sotelo por la ejecutiva de UCD de Alava, y el anuncio de que miembros de la actual ejecutiva regional quieren someter a Jesús María Viana a una moción de censura, por haber convocado para el día 4 de diciembre un congreso extraordinario de los centristas vascos, son reflejos evidentes del enfrentamiento abierto que, por el control de la UCD del País Vasco, protagonizan los sectores suarista y moderado.

, La decisión de la ejecutiva de UCD de Alava de pedir la dimisión de Marcelino Oreja, adoptada el lunes por catorce votos a favor, tres en contra y una abstención, según explicó Jesús María Viana en una conferencia de Prensa celebrada a mediodía de ayer en Vitoria, obedecía «a la consideración de la suma gravedad que para nosotros reviste el hecho de que en la cena ofrecida a Fraga por aquél, en la sede oficial de la delegación del Gobierno en el País Vasco, asistieran también otros miembros de Alianza Popular y representantes significados de la banca y medios de difusión del País Vasco y ninguno de la UCD vasca, cuya dirección ignoraba el carácter de dicha clena».«Es un hecho que habla por sí solo», añadió Viana, «máxime si lo hacemos coincidir con el hecho de que un sector de UCD busca la alianza con AP».

El presidente de los centristas vascos manifestó que el acuerdo de la ejecutiva de Alava de UCD tenía un carácter secreto y «significaba más un reflejo de un posicionismo político claro que el deseo de desbancar a nadie de su puesto». La petición de dimisión de Oreja acordada por los centristas alaveses fue remitida en la noche del martes a Agustín Rodríguez Sahagún por medio de un télex con el ruego de que se lo transmitiera al presidente Calvo Sotelo, «de quien depende directamente Marcelino Oreja».

Marcelino Oreja, que se encontraba ayer en Madrid, rehusó hacer ningún comentario sobre las razones expuestas por Viana para pedir su dimisión. Su oficina de Prensa remita a los ínfórmadores a las declaraciones efectuadas por el delegado del Gobierno en el País Vasco al programa España a las ocho, de RNE: «Tengo la confianza del Gobierno, que es el que me ha designado y, por consiguiente, mientras tenga su confianza yo seguiré en el cargo», afirmaba Oreja.

«Yo invité al señor Fraga», añadía Oreja, «a una cena privada; se trata de un viejo amigo y compañero que me quería visitar como delegado del Gobierno y tuve mucho gusto de invitarle a Los Olivos». Luego explicaba que por la labor propia del cargo había recibido en aquella misma residenciáa los Reyes, al ekpresidente Suárez y a Calvo Sotelo -cuando era vicepresidente para Asuntos Económicos- y a líderes políticos de Euskadiko Ezkerra, socialistas y comunistas. «Y hastá ahora realmente la ejecutiva de UCD de Alava no había objetado ninguna presencia, pero, al parecer, no les ha gustado que recibiera a Fraga».

Un congreso contestado

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En la madrugada del jueves pasado, la ejecutiva regional de la UCD del País Vasco acordaba, por diecibcho votos a favor y trece en contra -emitidos, respectivamente, por suaristas y moderados-, el aplazamiento sin fecha determinada, «hasta tanto no se aclare la situación interna del partido», del congreso ordinai;¡o de los centristas vascos, previsto para los días 20 y 21 y de diciembre.

Acusó ayer Jesús María Viana a Marcelino Oreja de que, como miembro de la ejecutiva regional, había votado a favor del aplazamiento del congreso, «sin la más mínima necesidad electoral y tras sostener previamente reuniones proselitistas». «Desde su puesto de delegado del Gobierno», añadió Viana, «no fue -acertado adoptar una bandera innecesaria».

Para Viana, el voto favorable al aplazamiento del congreso ordinario de algunos de los miembros del ejecutivo regional pertenecientes al sector moderado se explicaría «por el egoísmo y el deseo de continuar en unos puestos que -saben van a perder cuando se renueve el máximo órgano regional en el congreso, ya que no han sido elegidos compromisarios en las ejecutivas provinciales surgidas tras las elecciones habidas a finales de junio».

Presumiblemente, con el convencimiento de que pueden arrebatar la mayoría que ahora detentan los moderados en el ejecutivo regional, los suaristas lograron el lunes pasado que las ejecutivas de Vizcaya y Alava aprobaran por mayoría un acuerdo solicitando al presidente de la UCD vasca que convoque un congreso extraordinario con la renovación de los órganos directivos regionales corno único punto del día.

El mismo martes, los moderados iniciaban la recogida de firmas para convocar una reunión extraordinaria de la ejecutiva regional, a fin de someter en la misma a Jesús María Viana a una moción de censura, «por no respetar el acuerdo de la ejecutiva regional celebrada en San Sebastián de aplazar sin fecha determinada el congreso ordinario».

«Al convocar el congreso extraordinario para el 4 de diciembre», afirmó ayer Viana, «no hago sino aplicar el artículo 31 de los estatutos de UCD, en los que se prevé su celebración si lo solicita un tercio de las ejecutivas regionales».

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