Futbolandia
partir del 13 de junio de 1982 no viviremos en España. Residiremos en una babel llamada Futbolandia, en la que gentes de todas las latitudes correrán tras el balón, vociferarán desde las tribunas y contabilizarán sus ganancias. Y los españoles, ¿qué? Los españoles sufriremos Las incomodidades del Mundial, y tendremos que resignarnos y ver los partidos por televisión.Comprobamos primero, con estupor, que gran parte de los beneficios de la venta de camisetas y muñequitos -made in Hong Kong- se nos escapaban para ira parar a las multinacionales. Ahora se nos anuncia que nos privarán incluso de las plazas de los estadios. Sólo 20.000 localidades, por ejemplo, se pondrán a la venta para cada uno de los cinco partidos del Camp Nou, la mitad para los socios del FC Barcelona. Sólo 10.000 entradas a la venta para los encuentros que tengan que jugarse en Sarriá, 5.000 para los seguidores españolistas. (...)
Claro que tampoco nuestro país será España por aquellos días, sino Futbolandia, un país regido por esa multinacional del fútbol llamada FIFA. Los españoles deberemos poner la organización, los servicios de seguridad, las atenciones y sonrisas para tantos huéspedes, a cambio de lo cual es posible que nos merezcamos la gloria de haber sabido acoger un Mundial. Pero la mayor parte de los beneficios y el placer de asistir a los encuentros serán para nuestros visitantes. Somos así de hidalgos y hospitalarios, por no decir otra cosa. Sin saber por qué, los españoles nos sentiremos castigados cara a la pared, aunque con un televisor por en medio.
7 de noviembre
