La ponencia de Madrid defiende una reforma financiera sin nacionalizaciones

Parte de la ponencia de Madrid, de revisar la actual crisis económica, explicando «que no basta con aplicar las recetas keynesianas para su solución, es preciso realizar profundos ajustes en el aparato productivo». Sin embargo, estos ajustes se están haciendo desde la óptica de la derecha, devolviendo al mercado y a los precios un protagonismo exclusivo, lo que está poniendo en cuestión todo el modelo de economías mixtas de los últimos años.Para los socialistas madrileños, el primer problema con el que se encuentra cualquier alternativa económica socialista es el del paro. «Las actuaciones en este terreno pasan en principio por la consecución de ritmos más altos de crecimiento de la economía española, para lo cual los socialistas propugnamos un gran esfuerzo inversor por parte del sector público y, en segundo término, por la realización de una serie de medidas que favorezcan la creación de nuevos empleos. Estas últimas implican la realización de actuaciones que limiten a corto plazo el crecimiento de la oferta de trabajo, distribuyendo el trabajo existente y favoreciendo el empleo de los grupos sociales más desprotegidos».

Para ajustar el aparato productivo desde una óptica socialista, a fin de solucionar el problema del paro, se plantean una serie de reformas, entre las que destaca, por su especial significación y por su graduación comparativa respecto a las ideas de las otras ponencias, la del sistema, financiero. Para Madrid, «la reforma del sistema financiero debe ser objeto de un mayor control fiscal. En primer lugar debe realizarse una mayor fiscalización política y presupuestaria de las actuaciones del Banco de España. En segundo lugar debe fomentarse una mayor competencia en el sistema crediticio, para lo cual debe favorecerse la presencia de bancos públicos. Se debe reformar profundamente el estatuto de cajas de ahorro, de forma que se acreciente la participación en sus consejos de administración de los entes locales y de las comunidades autónomas. La mayor competencia en el sistema bancario se conseguirá transformando las entidades del crédito oficial en entidades de depósito. El objetivo de la política socialista en el sistema financiero debe ser la desaparición de la actual situación de fuerte oligopolio. Mediante la consecución de mayores grados de competencia se reducirá el elevado margen de intermediación actual, se eliminará la discriminación crediticia que sufren especialmente las pymes y se favorecerá la existencia de mecanismos específicos de financiación a la vivienda y a las corporaciones locales».

Ni rastro en este programa de las nacionalizaciones, planificación y cogestión, demandadas, por ejemplo, en las ponencias de Guipúzcoa y Valencia.

La función pública

Otra de las reformas que aborda la ponencia de Madrid, y que también adquiere especial significado por la aglomeración en la capital de España del mayor número de funcionarios públicos, es precisamente la reforma de la función pública, «con el objetivo múltiple de flexibilizarla, hacerla más transparente, tecnificarla e incentivarla en el cumplimiento de sus funciones, al tiempo que se eliminen todas las situaciones de corrupción y control que hoy la caracterizan». Para los socialistas madrileños, las incompatibilidades, el cumplimiento de los horarios y la exigencia de trabajo debe ir unido a la simplificación de las estructuras corporativas, la racionalización de los procedimientos y estructuras administrativas, la racionalización de los sistemas retributivos y la mejora de los sistemas de dirección y control.