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Argelia y el Polisario guardan silencio sobre el ataque a Guelta Zemmur

Aunque argelinos y polisarios parecen coincidir con Marruecos en la importancia del ataque del martes pasado contra la guarnición marroquí de Guelta Zemmur, ciudad situada en la zona montañosa fronteriza con el Sahara occidental (a 40 kilómetros de la frontera con Mauritania), ninguno de ellos se ha preocupado por el momento de facilitar detalles sobre posibles combates y menos aún de informar si éstos continúan. Mauritania sí lo hizo ayer.

Después que lo hiciera el buró político del FLN argelino, el representante del Polisario en París, Salem Kaid, reconoció ayer el enfrentamiento, aunque se negó a dar precisiones sobre el armamento utilizado, que, según el rey Hassan II, consistiría en cohetes de fabricación soviética SAM-6, únicos capaces de alcanzar aviones a la altura que volaban los marroquíes derribados.

Fuentes mauritanas dignas de crédito, citadas por la agencia AFP, informaron ayer de que el Polisario había entrado el martes en Guelta Zemmur después de combates muy violentos con la guarnición marroquí. Al comienzo de los combates, según esta información, los guerrilleros saharauis habrían ocupado numerosos puntos dentros de la ciudadela, aprovechando el efecto sorpresa de su ataque. La lucha, con más de dos mil hombres participando en ella, seguía el miércoles, según Nuakchot.

El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, declaró el miércoles, sin mayores precisiones, que "Marruecos había detectado la presencia de cubanos en la región desde hacía dos años". Curiosamente, el representante del Polisario en París, Salem Kaid, aceptó, en una nota dada a conocer ayer en la capital francesa, la presencia de extranjeros en su filas, aunque señalaba que "Marruecos es responsable si existen extraños a Africa entre nosotros".

Maniobras diplomáticas

La cancillería argelina, por su parte, convocó también a los embajadores de los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y a los países que integran el comité de aplicación de las resoluciones de Nairobi sobre el Sahara, -Tanzania, Malí, Nigeria, Sierra Leona, Sudán y Guinea-. A todos ellos el rey Hassan II envió un mensaje denunciando "la flagrante violación de las resoluciones de Nairobi". En él se afirmaba que Marruecos se consideraba dueño de "recuperar su total libertad de acción".Los observadores extranjeros en Argel se mostraban ayer escépticos en cuanto a las posibilidades de continuación del proceso de paz que debe llevar a un referéndum de autodeterminación en el Sahara, aunque consideraban que los riesgos de enfrentamiento entre Argel y Rabat son mínimos, y que ya otras veces el rey Hassan II amenazaó con aplicar el derecho de persecución, sin hacerlo después.

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Fuere cual fuere la evolución posterior, Marruecos quiere evitar que este ataque ponga en peligro la celebración de la XII cumbre árabe, que debe inaugurarse en Fez el próximo día 25 de noviembre. El representante marroquí ante la Liga Arabe, Mohamed Tazi, se entrevistó con el secretario general de la Liga, Chadli Klibi, quien ha prometido llevar a cabo contactos urgentes para "instaurar el clima de confianza necesario para la celebración de la reunión de Fez".

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