El hospicio, puente para la delincuencia
Miguel Angel Escudero, Paco Andrade y Quique Bueno son tres jóvenes a los que sus diversas peripecias infantiles llevaron a un mismo destino: pasar la mayor parte de su Infancia y de su primera juventud en el colegio San Fernando, dependiente de la Diputación Provincial y gobernado hasta hace poco menos de dos años por los salesianos. La rígida educación allí recibida y la absoluta carencia de afectividad les llevaron a la delincuencia, como a tantos otros niños criados en un colegio para niños abandonados de hecho. Hoy, cinco años después de su salida del colegio, se han reunido de nuevo para contar sus experiencias pasadas y actuales.
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