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"Y Araskog vino a España"

Pero ¿no sabe usted quién es el señor Araskog? ¿Usted que se precia de conocer quién es Reagan o Breznev o incluso Calvo Sotelo, no sabe quién es el señor Araskog? Pues váyase enterando, porque la mayoría de los grandes nombres propios que usted puede redactar en una lista, ahí en su casa, son menos importantes que el del señor Araskog. Atención: estamos hablando nada más y nada menos que del presidente de ITT. Si no le sonaba el nombre, estoy seguro que a partir de ahora no se le va a despintar.Y vino hace unas semanas a España. No hubo banderas, claro, pero hubo (y hay) preocupación: ¿a qué vino el número uno de la ITT a España? Todo el sector de electrónica y comunicaciones con sus empresarios y trabajadores; todos los planes del Gobierno (si los tiene), toda una definición industrial española están con el aliento retenido. Standard Eléctrica, Marconi, Citesa, Intelsa, Telettra, Telefónica, ANIEL..., un gran e importante sector tiene su futuro influenciado por este viaje del presidente de ITT.

Las pérdidas de ITT en España

El grupo español ITT lleva tiempo advirtiendo que las pérdidas que soporta empiezan a ser graves y que hay que buscar soluciones a la situación. Quisiera una disminución de costes y un aumento de las ventas. El primer mensaje está dirigido a los sindicatos y al Gobierno y el segundo sólo al Gobierno. La crisis internacional, la aparición de nuevas tecnologías electrónicas y la disminución de los pedidos de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) son las razones aducidas. A este planteamiento, el Gobierno callaba. Tuvo que ser el PSOE, en el Parlamento, quien presionase a unos y a otros para que se pronunciasen de una vez, ya que la actual situación es la peor: las pérdidas aumentan, el desánimo cunde y todos tienen la sensación de que, para cuando se pongan en marcha las medidas pertinentes, la situación puede ser límite. (Ya se sabe quién paga el pato en esas circunstancias límite). El Gobierno, por boca del ministro de Transportes y Comunicaciones, en el Parlamento, y por la del director general de Electrónica, en RTVE, aseguró que muy pronto estaría redactado un libro blanco de las comunicaciones y la electrónica y que el plan cuatrienal de la CTNE no pondría en peligro el actual nivel de empleo en el conjunto del sector; que habría inversión suficiente para mantener la actividad y para mantener el empleo, aunque fuese con la muleta de la CTNE.

Pienso que algo no va bien en este planteamiento cuando el presidente de ITT, señor Araskog, ha venido a España. Vamos a los datos, porque los socialistas decimos (como supongo que ha dicho -pero de muy distinta manera el señor Araskog) que ya está bien.

¿Cuándo diablos se define el Gobierno?

El grupo ITT en España tiene la esrperanza, posiblemente, de que el Gobierno le costee una regulación de empleo del orden de 3.000 trabajdores. Por su parte, la otra multinacional del sector (Intelsa-Ericcsson) dice que le sobran horas (ha presentado el correspondiente expediente) y que le sobran gentes (un tercio, insinúan sin mover un músculo).

La CTNE redacta un plan cuatrienal que no satisface a nadie: los usuarios están descontentos, los proveedores no ganan dinero y los trabajadores tiemblan por su porvenir. El Gobierno no cumple (vamos por la tercera vez) una promesa parlamentaria de definir qué quiere del sector. Sinceramente comprendo la desesperación de los trabajadores, el enfado de los empresarios, la ira de los parlamentarlos... y la visita del señor Araskog. ¿Cuándo diablos se define el Gobierno? Me temo que Tip y Coll dieron la clave con su respuesta: la semana que viene, si Dios quiere.

No se puede seguir así. Encima, la CTNE parece que pasa ahora por una "fase liberal". ¡Hay que ver la de incompetencias, dudas camufladas y faltas de decisión que se pueden colgar en la percha del liberalismo! La típica empresa que debería ser definidora y motor de la industria del futuro decide que no sé qué liberalismo justifica el no hacer nada concreto, tasado, medido y cuantificado en pesetas y años y fines. La CTNE, que tiene en su mano un alto porcentaje del futuro de uno de los sectores de mañana (quizá el que más), decide que no sabe qué decidir. Una cuenta de resultados para la galería, la fachada de su edificio de la Gran Vía en proceso de limpieza, alguna inauguración de un teléfono rural con rentabilidad electoral para alguien, y a esperar. Mientras tanto, el sector cruje dentro y fuera de nuestras fronteras. ¡Ay qué pena aquel Sánchez Terán, ministro, comparado con este Sánchez Terán, presidente de la CTNE! Ahora todo lo domina -pienso- la mirada notarial, exacta y trascendente del señor Alvarez Alvarez, mientras que el señor Bayón dice y repite que no tiene competencias. ¿Dónde está el director de este orfeón electrónico que desafina? Con razón el señor Araskog viene a España espantado de lo que le cuenta el señor Márquez Balín.

El único perdedor es España

Lo tremendo del caso es que el único perdedor de este caos de ineficacia e irresolución es España y que los únicos damnificados netos son los trabajadores del sector. Incluso los serios errores empresariales cometidos por el equipo de ITT-España o de Intelsa puede ser que sean tapados por la oscura niebla de la lentitud y la falta de decisión del Gobierno y de su mano derecha (y tres cuartos de la izquierda): la CTNE.

Yo me pregunto, mirando mi tarjeta de diputado del PSOE y mi carné de ugetista: ¿qué más puedo hacer? Miles de personas están a la espera de algo, a la vez que sienten que unas gentes extrañas cruzan la escena empresarial sin romperla ni mancharla, sin definirse, sin mojarse, sin dar esperanza racional, sin ser -en una palabra- ni empresarios de sus empresas ni gestores de la aventura electrónica.

Yo estuve hace años en el despacho del señor Araskog, en Nueva York (no creo que me recuerde), y pudimos clarificar posiciones mutuas. Pero nunca pensé que el presidente de la ITT tuviera que venir a España a decirle al Gobierno (al mío) que hiciese el favor de tomar una decisión y de adoptar un plan o de lo contrario... (ese "de lo contrario" es el misterio de la conversación que algún día espero conocer), o de lo contrario pasará algo.

¿Hay un plan siniestro encaminado a ponernos a todos de rodillas ante los ITT y los Ericsson? No puedo creerlo. ¿Hay torpeza y desorden en un Gobierno que no se sabe que tenga más meta que estirar sus días como un chicle chupado? Es más posible. ¿Hay falta de ideal -sí, de ideal- en una CTNE que no encuentra una definición industrial y de servicio, terminada la era desarrollista sin meta de Barrera de Irimo? No sé lo que pasa, pero el sector languidece sin que nadie le ponga en la vía del desarrollo y del futuro.

Señor Araskog, usted me regaló una corbata con las siglas ITT repetidas en colores elegantes; yo prometo regalarle otra corbata con repetidos colores rojos y amarillos si nos ayuda a despertar a este Gobierno de su siesta quinquenal y si se anima a apostar por la electrónica en España. Ya sé que es usted un tipo racional y que estos envites le dejan frío -como debe ser, supongo-, pero no crea que toda España es como el Gobierno; somos muchos más los que alimentamos la esperanza, aunque usted no los haya visitado estos días; lo siento. Pero vamos a ver si a pesar de unos y de otros llegamos a tiempo. Aún.

es diputado del PSOE.

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