Gaston Thorn: "El ingreso en la OTAN es bueno para España"

Pregunta: La cumbre europea de noviembre en la que los jefes de Estado y de Gobierno de las Comunidades Europeas se van a enfrentar a un test casi definitivo para el futuro de la Europa política. ¿Cuál es su opinión sobre el posible desenlace de este máximo encuentro de los diez, previsto para el 26 de noviembre en Londres?Respuesta: Los problemas internos de la Comunidad son tan graves que no se puede decir ni pensar en un resultado o solución intermedia. O se gana la batalla europea o la perdemos. O el éxito o el fracaso. Nos encontramos en una encrucijada en la que se deben adoptar decisiones políticas y no compromisos de contables. Europa ha sabido siempre reaccionar a sus crisis más importantes, como la de los años cincuenta frente a la amenaza del Este. En los momentos críticos, la solidaridad política europea ha funcionado con eficacia. Ahora esta solidaridad no hay manera de articularla en torno a los problemas económicos, que son tan políticos como los demás, y se tiende a adoptar medidas preventivas en vez de entrar a fondo en los temas. La Comisión Europea piensa, por su parte, que se debe forzar a fondo esa solidaridad.. Yo espero que en la reunión de Londres Europa dé un paso político importante hacia adelante. Las declaraciones recientes del ministro alemán de Exteriores, Hans Dietricht Genscher, en favor de la unidad europea presagian este posible buen resultado.

P. ¿Cree en un compromiso agrícola y financiero de los diez?

R. En el capítulo agrícola, los jefes de Estado y de Gobierno se limitarán a decidir las líneas generales o maestras de la reforma y readaptación de la política agrícola común (PAC). Los detalles de los distintos reglamentos quedarán para los expertos y ministros del sector.

De todas maneras, esta reforma forma parte de un todo que se incluye en la necesidad de relanzar la política financiera de la Comunidad, y aquí incluidos los problemas presupuestarios presentados por el Reino Unido. La CEE tiene que aumentar sus reservas financieras y romper el techo del 1 %, y para ello debe reajustar y reordenar su presupuesto, si quiere desarrollar otras políticas, como la energética, la de investigación tecnológica, la industrial, regional y social. Para ello hay que reducir, entre otras cosas, los presupuestos de ciertos sectores, precisamente como el agrícola, que está sobrecargado.

"El diálogo París-Bonn no va a romperse"

P. En la cumbre de Londres se presentan elementos políticos nuevos, como son la ruptura del eje intracomunitario Bonn-París y el recrudecimiento del nacionalismo británico. ¿De qué manera pueden influir estos temas en la reunión de Londres?

R. No creo que el diálogo franco-alemán sufra un receso con el relevo en la presidencia francesa. Es cierto que las relaciones personales cuentan, pero no son lo definitivo. Además, hay que pensar en una mayor proximidad ideológica entre FranQois Mitterrand y Helmut Schmidt, superior a la que existía durante el mandato de Valery Giscard d'Estaing. De todas maneras, y en cuanto al llamado eje intracomunitario, yo me felicito de que no se mantenga y no se practique una política de tándem, y aplaudo, como presidente de la Comisión, la decisión de François Mitterrand de tratar de igual a igual a todos los países europeos. En cuanto al renacer del nacionalismo británico, puedo decir que este problema no es nuevo. Lo hemos tenido repetidas veces en la CEE desde la adhesión del Reino Unido; yo espero, de todas maneras, que el interés de los europeos y el de los propios británicos, que en mi opinión coinciden, se impondrá una vez más a las tesis de abandono de la CEE de ciertos sectores.

P. ¿Cómo ve las relaciones Estados Unidos-CEE, empeoradas desde la llegada de Reagan y desgastadas desde el inicio de la crisis económica en 1973?

R. Es cierto que. Estados Unidos ha salido de la crisis mejor que los europeos, entre otras cosas por nuestra falta de recursos energéticos. Desde entonces es cierto que Washington es cada vez menos sensible a la necesidad de construir una Europa política. Ellos ven cumplidos sus objetivos con la OTAN, la CEE y el nivel actual de relaciones interatlánticas e intra comunitarias. También es cierto que la Administración Reagan está menos comprometida que las precedentes frente a la idea europea. No en vano el presidente Reagan llegó al poder partiendo del relanzamiento del nacionalismo americano y no sobre otros supuestos políticos. Sí son sensibles a los te mas europeos, por el contrario, cuando ven afectados ciertos intereses concretos y económicos. Por ejemplo,,cuando los europeos hablamos de imponer una tasa al aceite de soja.

"La CEE debe hablar de seguridad"

P. ¿Y las relaciones con el este europeo en el momento de crisis actual? ¿Cómo ve la situación polaca? ¿Debe intervenir la CEE en los demás de seguridad europea?

R. Nos preocupa la situación de Polonia y hay que ayudar a este país, aunque sin inmiscuirse en sus asuntos políticos internos. Esperamos que la Unión Soviética eluda todo tipo de presión política o de intervención en el territorio polaco. Desde luego, las instituciones comunitarias deben preocuparse por el tema de las relaciones Este-Oeste. La seguridad europea es un tema que concierne a la Comunidad Europea, a la cooperación política, a la Comisión y al Parlamento Europeo, de la misma manera que los temas que afecten a la industria armamentista europea son cuestiones propias de la CEE. Otros temas que, desde luego, no son propios del ámbito comunitario son los. estratégicos o militares.

"El Consejo estará a favor de la ampliación"

P. En cuanto a las relaciones hispano-comunitarias, ¿espera el presidente de la Comisión una reacción positiva de la próxima cumbre europea? ¿Cree que el Consejo Europeo hará una declaración política y técnica que garantice el avance en el fondo de la negociación agrícola? ¿Cómo ve las constantes reacciones contrarias del Ejecutivo galo?

R. Desde luego espero que el Consejo Europeo se pronuncie en Londres favorablemente sobre esta segunda ampliación de la CEE. Creo que ello es muy posible, aunque lo normal es que el Consejo no entre en los detalles técnicos o en directivas de la negociación. En el último Consejo de Ministros del 14 de septiembre se dio un paso importante en favor del desbloqueo negociador, aunque se sabe que quedan problemas pendientes por resolver, como los agrícolas intracomunitarios, y éstos son problemas propios de la CEE de los diez, y cuanto antes se solucionen en el campo de la Comunidad, antes quedará despejado el camino para el rápido avance de las negociaciones. Las declaraciones de miembros del Ejecutivo francés abundan en esta idea que ya expuso Mitterrand, señalando que Francia quiere una previa solución de sus problemas agrícolas. En lo que respecta a la Comisión, nosotros seguimos favorables al desarrollo de las negociaciones para concluir la adhesión, tal como lo ha dicho el vicepresidente Natali, en enero de 1984.

P. El Gobierno que preside Leopoldo Calvo Sotelo ha iniciado el proceso de la adhesión de España a la OTAN. ¿Cómo ve esta iniciativa? ¿Cree que el ingreso en la OTAN puede favorecer las negociaciones con la CEE?

R. Creo que es una buena cosa para España, porque amplía sus lazos con muchos países de Europa en el plano de la defensa. Hoy día es muy difícil pensar en una defensa individual. Creo que esta iniciativa ayudará, por otra parte, a que España no quede cortada por los Pirineos y siempre mirando hacia el Sur y el Atlántico en busca de América Latina. Así se integrará más con el resto de los países europeos.

En cuanto a la OTAN y la CEE, hay que señalar que estas organizaciones son distintas y que no tienen que interferir unas negociaciones en las otras. Además, Irlanda es un país de la CEE que no está en la OTAN. Sí podría registrarse en algunos países una actitud moral o psicológica favorable a España por el acercamiento a la OTAN.

P. Como presidente de la Internacional Liberal, ¿cómo ve la situación de los liberales españoles? ¿Favorecería una reagrupación de los liberales españoles?

R. Desde luego estoy dispuesto a incidir todo lo que pueda en la coordinación de los liberales españoles. Unión de Centro Democrático es un partido muy complejo que debe clarificarse de manera ideológica lo antes posible, de lo contrario, el día que España se articule en la CEE, la representación española de este partido quedará muy dispersa en las instituciones comunitarias. Imagínese, por ejemplo, a qué comisiones irían los diputados liberales, democristianos o socialdemócratas de UCD en el Parlamento Europeo. Perderían peso e influencia.