El juez especial que lleva la quiebra decreta el arresto de 21 ex administradores del Banco de Navarra

El conflicto entre el Banco de España y quienes apoyan a los anteriores administradores del Banco de Navarra, cuya mala gestión ha hecho necesarios casi 10.000 millones de pesetas en créditos y ayudas para no perjudicar a los ahorradores y clientes de las empresas del grupo, tuvo ayer una resonante reaparición, al conocerse el último decreto del juez especial que lleva la quiebra. Entre los veintiún ex administradores y ex consejeros para quienes el juez solicita preventivamente la fianza con arresto o la cárcel, figura el cajero del Banco de España, Jesús Urdiola, hecho difundido por quienes rechazan la actuación del banco emisor. Lo que ocultaron éstos es que Juan Palomeras, fundador de la sociedad de inversiones MPI y del banco, que llegaron a reunir casi 100.000 ahorradores, es el destinatario de la mayor fianza y huyó de su domicilio al recibir la notificación. Tampoco apuntaron que Urdiola, pese al decreto, sigue trabajando en el Banco de España por un acuerdo con el juez.

El juez especial que tramita la quiebra del Banco de Navarra, SA, Juan Latour Brotons, decretó el pasado 4 de septiembre el arresto de los veintiún administradores y consejeros de la entidad desde el 1 de enero de 1974 al 7 de abril de 1978. La noticia trascendió ayer, coincidiendo con un remitido publicitario enviado al diario El Alcázar, en el que se trata de responsabilizar al Banco de España de la crisis del Banco de Navarra, sin aludir a los anteriores administradores.El remitido publicitario, cuyo contenido fue distribuido también ayer a la Prensa, sin citar fuente por la agencia de noticias Europa Press, resaltaba que entre los arrestados figura el cajero del Banco de España, que fue consejero-delegado del Banco de Navarra con todas las facultades del consejo de administración desde el día 17 de enero al 7 de abril de 1978.

Que una de las personas que autoriza con su firma los billetes del Banco de España, junto con el gobernador y el interventor esté arrestada y sometida a fianza de cárcel segura -coincidían en afirmar el remitido publicitario y el despacho de agencia- se explica por la decisión atípica del Banco de España de hacerse cargo de la administración del Banco de Navarra, confiándola primero al cajero de dicho organismo y después a otros tres funcionarios.

También indicaban ambas informaciones: terminada la larga actuación administrativa, ahora comienza la investigación judicial, y después de la medida que se comenta «vendrá la que concierne a los administradores designados por el Banco de España en el período comprendido entre el día 7 de abril de 1978 y el día 20 de noviembre de 1979, en que se declaró la quiebra».

Más adelante, remitido y noticia se ocupaban de resaltar que, según el balance confidencial realizado por funcionarios del Banco de España a 31 de mayo de 1979, las pérdidas de ejercicios anteriores a la llegada del Banco de España eran de 626 millones de pesetas, mientras que las de 1978 ascendieron a 1.200 millones, y las de los cinco primeros meses de 1979, se elevaron a 489 millones de pesetas.

Ante estas noticias, y especialmente las relativas al «arresto» del cajero del Banco de España, el Consejo Ejecutivo del Banco de España celebró a mediodía de ayer una reunión. A su término, dio a conocer una nota en la que anuncia que presentó recurso contra la medida del juez y respalda plenamente la actuación de Urdiola como administrador del Banco de Navarra.

Por otra parte, fuentes del Banco de España se limitaron a recordar las informaciones oficiales publicadas a principios de enero de 1978, con motivo de la intervención del Banco de Navarra, decidida el día 17. Entonces se indicó que la intervención iba dirigida en defensa de los intereses de los depositantes y clientes, así como «con autorización del Gobierno y previo acuerdo de la comunidad bancaria y de los gestores del Banco de Navarra».

Urdiola, quien como cajero del Banco de España todavía no ha firmado billetes en circulación, aunque es probable que su firma vaya en los de próxima aparición, fue designado por aquellas fechas administrador único del Banco de Navarra. Su misión era mantener las operaciones y clarificar la situación financiera de la entidad. Paralelamente la Dirección General de Política Financiera, del Ministerio ele Economía, suspendió la cotización de las acciones de las que era depositarlo el Banco de Navarra.

Desde entonces, los anteriores administradores del MPI y del Banco de Navarra con Palomeras al frente, se han opuesto judicialmente a las actuaciones del Banco de España y han conseguido imprimir gran lentitud al proceso. En la mayoría de los casos las sentencias no han atendido sus demandas, y, por el contrario, Palomeras fue procesado en marzo de 1980.

Según las investigaciones del Banco de España, las operaciones irregulares realizadas por Palomeras al frente del Banco de Navarra superaron los 7.000 millones de pesetas. De ellos, 3.700 corresponden a avales concedidos a sociedades del grupo MPI, desde el cual Palomeras compró hace más de una década el Banco de San Adrián y fundó el Banco de Navarra; 1.000 millones de pesetas a otros clientes; 368 a propiedades e instalaciones: 168 a intereses cobrados y no devengados, y otros 1.000 a la compra de una finca -y un contrato de urbanización. Además, el Banco de Navarra había concedido más riesgos de los debidos a compañías del MPI y tenía una deuda superior a los 3.000 millones con otros bancos.