Una política oportuna en Guinea
(...) Desde la subida al poder del coronel Teodoro Obíang, España-con los discretos medios que podía aportar, dada su condición de potencia media y su propia situación económica- puso en marcha un programa de ayuda a Guinea Ecuatorial. El coronel Obiang llegó incluso a pedir que España se hiciese cargo del presupuesto nacional de su antigua colonia. ,
Pese a esto las autoridades de Malabo no fueron siempre receptivas a los planteamientos españoles, y poco a poco la actitud de los dirigentes de Guinea hacia España se hizo ambigua y, en algunos casos, hostil. Influyeron probablemente en este desarrollo de la situación las intrigas en el seno del grupo de oficiales y funcionarios que montó el golpe contra Macías. No cabe descartar tampoco las rivalidades y desigualdades tribales que se dan en Guinea entre los miembros de las etnias fang y bubi, y la repercusión de éstas en el juego de poder de Malabo.
Por último, es posible atribuir parte de los recientes malentendidos entre España y Guinea a la influencia de elementos pro soviéti-
cos en la política de Malabo. (...)
Por todo esto, es fácil deducir que en los últimos tiempos se ha producido en Malabo una pugna por el poder que podría saldarse de manera desfavorable a los intereses españoles o incluso peligrosa para los ciudadanos de este país que están ahí para reconstruir Guinea y de ningún modo para volverla a colonizar. (...)
España no puede equivocarse de nuevo en Guinea, ni protegiendo una dictadura, ni permitiéndose gestos neocolonialistas, pero tampoco gastando esfuerzos para reconstruir un país que, a la postre, puede acabar bajo el control de otras potencias de intereses distintos a los españoles. (...)
, 19 de septiembre
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