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Los club acuerdan pagar y suprimir la norma sub-20

Los presidentes de clubes de Primera, Segunda y Segunda B acordaron ayer que en este próximo fin de semana se inicie el campeonato oficial de Liga, «con juveniles, aficionados y aquellos profesionales que lo deseen». La medida supondría,en la práctica, provocar un cisma y enfrentar a las plantillas de cada club si la huelga no se desconvocase. Este extremo, sin embargo, no parece probable. Los jugadores se reúnen hoy en asamblea con dos de las cuatro reivindicaciones resueltas: pago de deudas y supresión de los sub20.

Durante cinco horas permanecieron reunidos los presidentes de los clubes afectados por la huelga de futbolistas, que se ha mantenido por espacio de dos semanas consecutivas. De los 78 clubes faltaron representantes del Compostela, Vall d'Uxó, Ibiza, Coruña y Tarragona. En la reunión se abordaron los puntos conflictivos que mantenían la convocatoria de la huelga, se calificó a ésta de ilegal -sin esperar a los pronunciamientos de las magistraturas-, y se incluyó también un párrafo final en el escrito oficial redactado por los asesores jurídicos federativos, que avisa a los jugadores de que «en el supuesto de que por parte de la AFE no se desconvocara la huelga o que los jugadores profesionales no se presentaran a participar en dichos partidos de competición oficial, los clubes se reservan el ejercicio de las acciones legales que pudieran corresponderles».Previamente a este punto, se especifica,que «se ha propuesto a la Federación, y ésta ha aceptado, que con el fin de no quebrantar el desarrollo de las competiciones nacionales y su conjunción con las internacionales, y de un modo especial atendiendo a los fines y objetivos de la selección nacional, iniciar el campeonato nacional de Liga el próximo domingo, día 20 del actual, en las divisiones afectadas por la, huelga, así como proseguir el de Copa del Rey, con jugadores inscritos actualmente en sus plantillas profesionales, aficionados y juveniles».Un presidente de club de Primera División señaló a EL PAIS que «se ha jugado muy fuerte. Esto parece una partida de poker o un pulso de fuerza. Creo que al final todo va a solucionarse por las buenas, pero de lo contrario, las consecuencias de esta medida podrían ser imprevisibles. Si el domingo el 90% de los futbolistas decide no jugar, lo que habría que hacer es marcharnos todos nosotros a nuestra casita, aunque aquí nadie piensa en dimitir. De lo contrario, si la división se produce en el seno de las plantillas, y los jugadores acuden a jugar sin estar desconvocada la huelga, la AFE puede ir tocando a retirada». Los clubes prefirieron correr el riesgo y quedar a expensas de que pudiera darse el caso de presentación de un equipo con sus profesionales, frente a otro en el que jugasen af icionados y juvenilel, o sólo algunos profesionales.

En cualquíer caso, las previsiones ante la asamblea dejugadores que tendrá lugar hoy, permiten aventurar una postura flexible en éstos, a la vista de que dos de sus cuatro reivindicaciones han sido atendidas. Se trata, primero, del pago de las deudas pendientes, que ya se concretó la pasada semana en base a un crédito que solicítará la Federación a cuenta de los ingresos que los clubes percibirán por el programa de televisión Deportivo. El 50% del dinero se pagará de manera in mediata, y el otro 50%, en el plazo de seis meses.El segundo aspecto hace referencia a la desaparición de la polémica normativa de los sub-20, que se ha mantenido contra viento y marea durante dos temporadas, y de la que se afirmaba que sólo una asamblea podría revocarla. Este fue uno de los principales puntos de fricción que se mantuvieron la pasada semana, al querer colar la Federación y los clubes a los futbolistas una especie de pacto privado previo en Segunda B para mantenerla, pero supeditando este pacto a la propia intervención federativa para sancionar a quien lo incumpliera, con lo que,depacio, el pacto privado seguía siendo norma.

Arbitraje del Ministerio.

En el escrito oficial hecho público por Federación y clubes se señala también que éstos se someten al arbitraje del Ministerio de Trabajo o de la persona en quien éste delegue para, en última instancia, decidir sobre el conflicto. La AFE se negó a pedir, de manera voluntaria, este arbitraje según Quino, presidente, por la desconfianza y reiterados incumplimientos de recientes situaciones. Pablo Porta, presidente de la Federación, señaló en conferencia informativa que «no ha habido presión del Gobiemo ni, lamentablemente, intervención». Posteriormente, insistió en un alarde, en que su postura ha sido la de coordinador, pese a que «algunos, malévola y tendenciosamente, no quieren verlo».

Aunque el propio Porta y el presidente de la comisión de clubes, Montes Cabeza, aseguraron con rotundidad que en ningún momento se había hecho mención durante la reunión al fracaso de los representantes de clubes en las negociaciones con la AFE, la realidad es que el presidente del Atlético,de Madrid, Alfonso Cabeza, reiteró públicamente lo manifestado en la reunión de la pasada semana en torno a pedir la dimisión de estos miembros. Incluso Cabeza tuvo un ligero enfrentamiento con Pepito López, presidente del Tenerife.

Curiosamente, el presidente del Barcelona, José Luis Núñez, estuvo muy callado en la reunión, en contra de su postura de los últimos días de realizar en cada intervención lo que algunos califican como mítines. Núñez se vino a Madrid con una amplia. representación de sus hombres fuertes, a quienes lanzó en la reunión para exponer esta vez sus enterios. Así, Nicolás Casaus, vicepresidente, realizó una especie de discurso, que, algún asistente a la reunión califico incluso como «muy patriótico», defendiendo la idea de poner a los jugadores entre la espada y la pared de la decisión de jugar, aunque no se desconvocase la huelga. Estuvo también presente otro vicepresidente azulgrana, Joan Gaspart, y el asesorjurídico de¡ club, Antonio Muntañola.

En la nota pública de Federación y clubes se mantiene, además, «la prohibición de que se despachen inscripciones de jugadores profesionales a los clubes que no estuvieran al corriente de pago, de acuerdo con lo establecido en el artículo 22 del Reglamento de Jugadores. Los futbolistas con contrato en vigor podrán jugar con sus clubes». Asimismo se acuerda «el descenso de categoría de aquellos clubes que, quince días antes del comienzo de las competiciones, no hubiesen liquidado las deudas derivadas -de los contratos con sus profesionales».

Respecto a los puntos tercero y cuarto de los reivindicados por los jugadores, se específica en tomo a la creación del fondo de garantia salarial, que se «estudiará conjuntamente con los representantes de los jugadores la creación de este fondo, sin que este estudio signifique necesariamente la conformidad con su creación». Los futbolistas pretenden suprimir esta última frase, que en la práctica deja campo libre al incumplimiento de la creación del citado fondo. Sobre la participación de los jugadores en beneficios de publicidad y televisión, se señala que se «remite a la negociación directa entre cada club y sus jugadores esta posibilidad, si, en su caso-y previo estudio, les correspondiese».

Por lo que atañe al partido internacional a beneficio de la AFE, se indica que «se ceden los beneficios netos derivados del primer encuentro internacional que celebre en España la selección, debiéndose destinar los beneficios a las personas o entidad deportiva que, habiendo tenido relación directa e inmediata con el fútbol, se encuentren necesitadas de ayuda. Con carácter excepcional se adelanta a la AFE la cantidad de seis millones de pesetas a cuenta de los, posibles rendimientos que se obtengan en dicho partido». El primer partido es contra Luxemburgo y, en principio, la AFE pretende que este encuentro sea otro, el de Bélgica, para sustituir al que había previsto con Argentina.

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