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Petición de embargo preventivo de la inmobiliaria Edeco-Provima, de Valencia

Más de un centenar de clientes de la sociedad inmobiliaria EdecoProvinia, SA, presentaron ayer, ante el decanato de los juzgados de instrucción de Valencia, una petición de embargo preventivo de los bienes pertenecientes a la empresa y a los socios y representantes de la misma. Tanto los solicitantes de esta medida como otros clientes de la sociedad, hasta un total de más de doscientos, han interpuesto querellas criminales contra Edeco-Provima por un presunto delito de estafa, que se podría cifrar en unos seiscientos millones de pesetas. Los demandantes son compradores de pisos, locales comerciales y, apartamentos construidos por la sociedad o en vías de construccion a los que la Caja de Ahorros de Valencia y el Banco de Crédito a la Construcción solicitan el paao de créditos que concedieron a la sociedad sin que ésta los haya amortizado. Hay afectados en Sagunto, Valencia, Alicante, Tavernes Blanques y Benidorm.

Las personas que los demandantes citan como socios y representantes de la empresa son Juan Nogués Alabarta, Ernesto Hernández Ros, Carlos Orbea Muñoz, Rafael Cerezo Enríquez, Salvador Pascual Gras, Angel Pinilla Quiñonero y Pedro Fons Moreno.

Al parecer, desde hace cierto tiempo, la totalidad de las acciones de Edeco-Provima están en poder de Juan Nogués, quien, antes del verano, desapareció de Valencia y se encuentra en paradero desconocido.

Los afectados han solicitado el embargo preventivo para intentar así que los que figuran como socios puedan responder con sus bienes personales o sus acciones en otras empresas.

EL PAIS se puso ayer en contacto con Carlos Orbea, que desempeña la presidencia del consejo de administración del Banco de Alicante, quien señaló que tanto él como Rafael Cerezo -director de la empresa exportadora ETASA en Londres- cedieron cratuitamente sus acciones, en 1978, a los otros dos socios (Nogués y Hernández), al advertir ciertas irregularidades en la marcha de la empresa.

Los afectados, por el contrario, piensan que ese documento no tiene validez al no estar registrada la operación en el registro mercantil y estiman que Orbea y Cerezo siguen siendo socios de Edeco-Provima a efectos legales. Además, las posibles irreegularidades comienzan ya en 1975, cuando todavía no se habían desvinculado de la empresa.

El presidente del Banco de Alicante puntualizó ayer que no se consideró obligado a ir al registro mercantil a dar cuenta una vez firmado el documento, ya que esa función correspondía al corredor de comercio o al secretario del consejo de administración.

A juicio de los demandantes se podría observar una cierta irregularidad en las relaciones del Banco de Crédito a la Construcción y la Caja de Ahorros de Valencia con la empresa, al no haber requerido anualmente la amortización de los créditos concedidos y haberlo hecho sólo tras el vencimiento del plazo de los mismos. En 1980 vencieron los del Banco del Crédito a la Construcción y durante este año están venciendo los concedidos por la Caja de Ahorros.

Por otra parte, en marzo de 1980, momento en que la sociedad no ha arnortizado varias cuotas anuales de los créditos, la Caja de Ahorros de Valencia autoriza la retirada de los riesgos de Ernesto Hernández por un préstamo y un aval con la garantía de Carlos Orbea. Con la misma fecha aprueba un aval firmado por Juan Nogués por Orbea para regularizar la situación del primero con Hernández, «por sus relaciones con Edeco-Prodima». Orbea ha manifestado que actuó como avalista en este caso por amistad con Hernández y Nogués, a pesar de que ya no tenía ninguna relación con la sociedad.

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