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Eurovisión reúne a los "históricos"de su festival en una gala benéfica

Hoy, jueves 27 de agosto, Televisión Española ofrece la retransmisión en diferido de la gala de Eurovisión celebrada en Oslo (Noruega) el pasado día 22 de agosto. El acontecimiento, realizado por la televisión noruega a beneficio de la Cruz Roja Internacional, contó con la participación de la mayoría de los intérpretes ganadores de las veintinueve ediciones del Festival de Eurovisión, entre ellos la española Massiel -triunfadora en 1968 con La, la, la- y las cantantes Sandie Shaw, Lulú y Wicky Leandros, así como el grupo inglés Bucks Fizz, vencedor en la última edición.

Este certamen musical televisivo, que se ha venido celebrando ininterrumpidamente desde 1956, ha conocido diversas fases de repercusión e identificación con el público, a pesar de que el apoyo que le han prestado las televisiones europeas se ha mantenido inalterable. Después de las primeras ediciones, que contaron con un número de participantes muy inferior a la veintena aproximada de países que acuden regularmente en los últimos tiempos, el Festival de Eurovisión quiso ser reflejo de las tendencias musicales de éxito en el continente, consiguiéndolo sólo parcialimente.Desde la melosa Lys Assia, ganadora en 1956 con Refrain, hasta la adolescencia confesada por la italiana Gigliola Cinquetti en 1964 con Non ho I'eta, el concurso conoce una primera etapa plagada de baladas anticuadas de escaso éxito.Esta tendencia sólo se rompe con la victoria de la Cinquetti, quien vino a traer nuevos aires al concurso, claramente influenciada por los pujantes festivales pop de su país. Al año siguiente gana por primera vez una canción bailable: Poupée de cire. polípée de son, compuesta por Serie Gainsbourg y cantada por la rubia France Gall, una francesita de aspecto yé-yé. Con estas dos cantantes, a las que luego seguirían las citadas Sandie Shaw. Lulú en cierto modo, la propia Massiel, se abre el período más brillante del festival, que coincide con el esplendor del pop inglés, francés e italiano de los sesenta.

Con la década de los setenta, el certamen entra en un nuevo bache, del que se podría salvar a la irlandesa Dana y su dulce vals titulado All kinds of everything. En 1974, el tema Waterloo, interpretado por el nuevo millonario grupo sueco Abba, se hace con el primer premio, rompiendo de nuevo la cadena de canciones tópicamente románticas. De entonces a hoy han triunfado casi siempre temas bailablesde diversas nacionalidades, estilos, con el rasgo común de lo pegadizo y fácil de las melodías.

La gala que Televisión Española emite esta noche coincidió con la edición de un disco doble con todos los temas vencedores en estos veintiséis años, disco cuyos beneficios también irán a parar a las arcas de la Cruz Roja. Aparte del cuestionable interés musical del acontecimiento, éste puede resultar curioso como ejercicio nostálgico en una época en que las reediciones de grupos y cantantes del viejo pop logran grandes ventas. Por último, está el algo más anecdótico atractivo de observar el paso de los años en los otrora triunfales intérpretes.

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