Un soldado de 17 años, detenido en Alcalá de Henares como presunto autor de 14 violaciones

Félix Vidal Anido, de diecisiete años, natural de la localidad lucense de San Andrés de Ferreiro, fue detenido por la policía en Alcalá de Henares, donde cumplía su servicio militar como soldado voluntario de la segunda brigada paracaidista, como presunto autor de cinco violaciones consumadas, nueve frustradas y catorce amenazas de muerte en las últimas seis semanas. Sus víctimas fueron niñas y mujeres con edades comprendidas entre los tres y los veinticuatro años, quienes, en su mayoría, perdieron bruscamente su virginidad y fueron sometidas a realizar aberraciones sexuales. El detenido había sido presentado en una de las dependencias policiales de Barcelona hace cuatro años como presunto autor de tres violaciones y abusos deshonestos.La policía, mediante las clescripciones de las afectadas, fabricó un retrato robot del joven y, tras batir toda la ciudad en diversas ocasiones y aprehender a gran cantidad de muchachos que respondían a las características físicas de aquél, detuvo a Félix Vidal, quien fue reconocido por todas sus víctimas.

Félix Vidal, de 1,70 metros de altura, de complexión fuerte, 85 kilos de peso, pelo rubio y corto, con notable acné juvenil que afecta a su rostro, brazos y cuello, primordialmente, declaró a la policía que "cuando me entra esta depresión tengo que hacerlo. Prefiero muchachas jóvenes y vírgenes, porque satisfacen mis instintos."

Las diligencias policiales practicadas por los inspectores de la comisaría de Alcalá de Henares, localidad donde el presunto violador realizó todas estos actos, señalan que Félix Vidal acechaba a las adolescentes a última hora de la tarde o de noche, en lugares poco concurridos, y agarraba a sus victimas fuertemente con una mano por el cuello mientras con la otra rasgaba sus vestidos, las golpeaba y las amenazaba hasta tratar de consumar la violación. La mayoría de sus víctimas eran niñas cuyas edades oscilaban, generalmente, entre los tres y los catorce años, mientras las adolescentes fueron asediadas en menor medida que las anteriores.

Las mismas fuentes señalan que el presunto violador sujetaba fuertemente a sus víctimas con absoluta tranquilidad, ya que es un asiduo practicante de taekwondo, arte marcial en el que había logrado el cinturón marrón, e iba a presentarse en las próximas pruebas para conseguir el cinturón negro de la citada disciplina oriental. Las jóvenes temían ser estranguladas y accedían a sus pretensiones, a pesar de que nunca utilizaba armas de fuego o blancas. Siempre usaba sus manos para lograr sus propósitos.

En algunas ocasiones tiraba a sus víctimas de la cabellera para arrastrarlas y llevarlas a lugares escondidos para realizar el acto sexual, generalmente portales, ascensores, casas abandonadas, las escaleras de los portales, etcétera. Félix Vidal siempre desnudaba completamente a las mujeres, y algunas veces solía asestarles un seco puñetazo en la cabeza para que quedaran inconscientes.

Violencia y sadismo

El presunto violador no pudo consumar nueve de estos actos por casualidades tales como la llegada de algún vecino, los ladridos de un perro o los gritos de las víctimas, ya que, según informa la Jefatura Superior de Policía, el detenido no pretendía unos meros tocamientos o abusos deshonestos, sino la consumación del coito en todas las ocasiones. Los certificados médicos realizados a las víctimas por varios facultativos señalan diferentes lesiones que el presunto violador produjo a estas mujeres, generalmente heridas en el cuello, abdomen y senos, así como hematomas, vulvitis y desgarros.Una muchacha de trece años fue violada tres veces seguidas -una de ellas por vía anal- en una casa semiderruida e inhabitada. Otra niña de tres años fue sorprendida por el presunto violador en la escalera de su portal y sufrió erosiones y coloración en su aparato genital, Ya que no pudo lograr el coito debido a la lógica desproporción de órganos. Dos niñas de tres años también fueron obligadas a realizar tocamientos al joven bajo el pretexto de haberlas ayudado a subir una bicicleta a su domicilio. Una adolescente de dieciséis años hubo de ser atendida de una fuerte metrorragia (hemorragia vaginal) originada por la brutal acción del delincuente. Por último, uno de los casos que demuestran el sadismo del violador se dio en la persona de una joven de trece años, que fue descubierta por su hermana frente a la puerta de su domicilio, completamente desnuda, pálida, sin conocimiento, empapada en sudor, envuelta en un charco de su propia orina y sangrando abundantemente por la boca. Ninguno de los nombres de las víctimas fue facilitado por la policía.

Félix Vidal Anido residía en la población barcelonesa de Hospitalet de Llobregat y actualmente estaba prestando el servicio milítar en la sexta compañía, segunda brigada paracaidista, del acuartelamiento Primo de Rivera, con plaza y guarnición en Alcalá de Henares. Después de ser interrogado por los inspectores de policía, pasó a disposición judicial ácusado de 56 delitos, relacionados todos ellos con violaciones, consumadas o frustradas, y amenazas de muerte.