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Balsemao será encargado hoy de formar Gobierno

Los dirigentes políticos lusos, conseguido el acuerdo para resolver la crisis gubernamental, parecen dispuestos a acelerar al máximo los trámites para la formación del nuevo ejecutivo. Las consultas previas han sido realizadas en un plazo mínimo por el presidente Ramalho Eanes, que convocó el Consejo de la Revolución el sábado y recibió ayer a las ocho delegaciones de los partidos representados en el Parlamento portugués, y hoy se espera que encargue oficialmente a Francisco Pinto Balsemáo la formación de nuevo Gobierno.En contra de lo anunciado, la reunión de la dirección democristiana fue corta y, como se esperaba, evidenció la existencia de una fuerte mayoría a favor de la entrada de Freitas do Arnaral en el Gobierno. El presidente del CDS se apresuró a dar el sí público y oficial, y el domingo los líderes de los dos grandes partidos de la coalición de Alianza Democrática (CDS y PSD) pudieron discutir a solas, durante cerca de cinco horas, la composición y el programa del nuevo Gabinete.

Francisco Pinto Balsemáo ha iniciado ya los contactos con las personalidades que piensa invitar a formar parte de su equipo, y el ministro de Estado dimisionario, que es también uno de los vicepresidentes del CDS, Basilio Horta, revelaba ya que la acción del nuevo Gobierno iba a ser "sensiblemente distinta" del anterior, en especial en materia económica y financiera.

Pasadas estas semanas de intensa agitación política entre bastidores, la coalición de centro-derecha ha emprendido una campaña para preparar a la opinión pública para "los momentos difíciles que se avecinan".

Difícil situación económica

El Partido Social Demócrata (PSD) ya ha advertido que el nuevo ejecutivo encontrará una situación "muchísimo más difícil" que en enero pasado, debido a dos factores "ajenos a la acción gubernamental": la sequía, que ha provocado una auténtica catástrofe agrícola, y la subida del dólar, que aumenta en cerca del 25%, con relación a 1980, el precio de las principales importaciones.Se prepara una política de austeridad, y como en 1978, el anuncio toma la forma de una carta de intenciones dirigidas al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el cual Portugal debe firmar un nuevo acuerdo de tres años a finales de septiembre.

En 1978 se dijo que el FMI exigió un Gobierno de coalición socialistas-democristianos. La política económica parece que resultó y se consiguió una cierta recuperación, pero el "Gobierno mayoritario y estable" no duró más de seis meses, originando un período de intensa agitación política, con cuatro Gobiernos en un año y después dos elecciones generales que ganó la Alianza Democrática.

Estará la historia a punto de repetirse. Es lo que piensa, y espera, la oposición. Los socialistas anuncian que votarán contra el programa del gobierno de Balsemao, que prevén "más derechista que el anterior". La agitación laboral, que no ha descendido en los meses de verano, promete momentos difíciles a los nuevos dirigentes, y puede propiciar la aproximación de las dos grandes centrales sindicales.

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