Clara victoria de EE UU en Kiev

El encuentro entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que se celebró durante el pasado fin de semana en Kiev, finalizó, como era de esperar, con la clara victoria de los norteamericanos por 203 puntos contra 141, a pesar de que en la últimá jornada ambas selecciones consiguieron igual número de victorias: cinco. La URSS prepara su equipo para los próximos Campeonatos de Europa en Split, y esa puede ser la razón de la gran diferencia de preparación entre ambos equipos.Lo más destacado de la última jornada fue, junto con el equilibrio entre las dos selecciones, que vino a paliar la gran superioridad de Estados Unidos en las dos primeras jornadas, el nuevo récord de Europa de los 4x 100 estilos, rebajado por el equipo soviético a 3.44.79. El récord era propiedad de los soviéticos desde los Juegos Olímpicos de Moscú, cuando lo establecieron en 3.45.92.

Los hombres que establecieron el nuevo récord fueron Viktor Kouznetsov (56.42, en espalda, con lo que mejoró su propio récord de la URSS), Youri Kys, Vadim Dombrosky y Sergey Krassiouk (49.62, en la última posta). Curiosamente, estos cuatro hombres componían, en principio, el segundo equipo soviético en la prueba. El primer equipo hizo un tiempo inferior también al anterior récord de Europa.

Veinte victorias a nuevo

Los norteamericanos, pese a que en la última jornada no han rnantenido la superioridad de las precedentes, se marchan de Kiev con veinte victorias individuales, por sólo nueve de los soviéticos, cinco de ellas, como queda dicho, conseguidas el domingo. Mary Meagher, que llegó como estrella, tras haber batido en los Campeonatos de EE UU los récords mundiales en 100 y 200 mariposa, no ha estado tan brillante como se esperaba. Sin embargo, los norte.américanos sí han dejado tras este encuentro mejorado un récord del mundo: el de 200 mariposa, que Graig Beardsley redujo el sábado a 1.58.01. Sin embargo, Mary Meagher sí ganó sus dos pruebas, proporcionando así dos subidas al podio de los americanos.En cualquier caso, ya antes del encuentro el seleccionador soviético había anunciado que para ellos el mismo no era más que una puesta a punto cara a los europeos de Split, y en su balance final asegura que sólo se siente ligeramente defraudado.