_
_
_
_

El presidente Eanes inicia consultas para resolver la crisis portuguesa

El presidente Ramalho Eanes ha iniciado los contactos con vistas a la solución de la crisis gubernamental portuguesa en medio de un clima de expectación ante la actitud que vaya a adoptar el primer ministro dimisionario.Después de la victoria táctica conseguida en la reunión del Consejo Nacional del Partido Social Demócrata (PSD), principal partido de la mayoría, Francisco Pinto Balsemao ha pedido un plazo de reflexión, hasta mañana, para manifestar su decisión de formar o no el próximo Gobierno.

De blanco de todas las críticas, abiertas o veladas, dentro de su partido y de la coalición de Alianza Democrática, el presidente del PSD se ha convertido en árbitro de la situación: designado por casi unanimidad (58 votos contra uno y tres abstenciones) por el órgano supremo del PSD para ser el futuro jefe de Gobierno, Balsemao puede teóricamente imponer sus condiciones para regresar al poder.

Pero sólo teóricamente, porque si sus adversarios en el seno del PSD han dado pruebas de su incapacidad para proponer una alternativa, es también evidente que no han cedido un milímetro en sus posiciones y que volverán al ataque en la próxima oportunidad, que se dará, en el peor de los casos para ellos, en febrero de 1982, con el congreso extraordinario del partido.

De ahí que los más críticos de ayer sean también los que más insisten en afirmar que Balsemao no puede ahora eludir la responsabilidad de fórmar un nuevo Gobierno, esperando de este modo hacer volver la situación a lo que había sido antes de la dimisión del primer ministro.

Balsemao ha de optar ahora por seguir los consejos de aquellos que consideran suficientes las garantías alcanzadas y le piden que entre rápidamente en la vía del "consenso y del diálogo" o, por el contrario, los de quienes le piden que imponga su autoridad no sólo en el PSD, sino también dentro de Alianza Democrática, y deje para más adelante la formación de Gobierno.

La cuestión del futuro de la coaliación de Alianza Democrática, del papel de los socialdemócratas en la misma, de la estrategia del PSD en la revisión de la Constitución y de sus relaciones con el partido socialista, que llegaron a plantearse de una manera que permitía esperar una rápida clarificación, parece de nuevo condenada a volver a los bastidores de la vida política portuguesa.

El Partido Comunista intenta sacar partido de la situación, haciéndose eco de la incomprensión que muchos sectores de la opinión pública manifiestan ante una crisis cuya solución no es visible, mientras Mario Soares acusa al Gobierno, y en consecuencia a Balsemao, de ligereza "insólita".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_