La OPEP trata de llegar a un compromiso sobre precios antes de la reunión formal de mañana
ENVIADO ESPECIAL, Los ministros de Petróleo de Arabia Saudí, Venezuela, Indonesia, Emiratos Arabes y Kuwait se reunieron ayer en Ginebra, junto a los expertos del comité de estrategia a largo plazo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), para preparar la reunión extraordinaria del consorcio petrolero, que comenzará mañana, miércoles, en Ginebra. El objetivo de este primer encuentro, que muy posiblemente continuará hoy es negociar una fórmula-compromiso que permita la vuelta a un sistema unificado en los precios del petróleo, precisamente en un momento en que la situación del mercado es particularmente adversa para los productores.
Es muy posible que, si se confirman los pronósticos adelantados por algunos ministros asistentes, el nuevo precio mínimo del petróleo pase de 32 a 34 dólares por barril, mientras que el máximo baje (oficialmente, ya que la realidad del mercado ya lo ha bajado) de 41 a 37 dólares. Para un país importador como España esta nueva estructura de precios significaría tan sólo un ligero cambio en el coste medio, en dólares, del barril importado, aunque este cambio es casi seguro que signifique un pequeño encarecimiento de nuestra factura petrolera.España importa casi un tercio de su petróleo a 32 dólares, procedente de Arabia Saudí, el cual se vería elevado en dos dólares. Por el otro extremo, sólo se beneficiaría de la rebaja de los precios de la escala superior, si dicha reducción lleva consigo otra forma del precio del crudo marcador, actualmente situado en 36 dólares por barril.
Esta reducción, de unos dos dólares, repercutiría sobre el precio del crudo negociado en los contratos suscritos con los países del golfo Pérsico, así como en los firmados con aquellos países como México, que vincula su precio oficial al marcador de la OPEP No obstante, estas modificaciones sólo afectarían a los contratos que se negocien para el último trimestre del año, a menos que el acuerdo que se negocie en Ginebra establezca cláusulas retroactivas, lo que parece improbable.
El segundo intento
El aspecto más curioso de esta reunión extraordinaria de la OPEP es que es el segundo intento del consorcio, en menos de cuatro meses, para dar un giro d 180 grados a una situación del mercado que le es particular mente adversa. Pero aunque el escenario es el mismo (el hotel Intercontinental) en el que, el pasado mayo, los trece miembro del consorcio fracasaron, la posición y condicionamiento de los países ha cambiado por completo.
Los países productores norteafricanos (Libia, Argelia, Nigeria y Gabón), que son los que más cobran por su crudo. han visto reducido a prácticamente la mitad su volumen de producción ante la espantada de clientes. Su negativa a bajar oficialmente el crudo ha hecho que sus compra dores busquen, en una situación de exceso de oferta (casi tres millones diarios de barriles, de un, producción que no llega a veinticuatro millones), otros suministradores más baratos. Como consecuencia de esta situación, sus ingresos se han reducido notablemente y han puesto en pedioro el difícil equilibrio de sus atrasadas economías.
Los países del golfo, aunque mejor preparados financieramente para soportar una disminución de su producción y ventas, no están muy satisfechos con la nueva situación, ya que les priva de su reciente libertad y poder de decisión en el mundo del petróleo y les coloca al arbitrio de las compañías y de los países compradores.Arabia Saudí es el único país que mantiene firme su postura del pasado mayo y, sin ninguna duda, el hecho de que se celebre esta reunión, que fue solicitada por los norteafricanos, demuestra que su política, orientada hacia el mantenimiento de un precio estable y uniforme en el precio del crudo, era la acertada. El ministro saudí de Petróleo, Zaki Yamani, ha mantenido desde hace dos años que el mercado de petróleo sufriría un colapso permanente si la OPEP no aplicaba una política coherente en los precios. Este caos es un hecho, desde el punto de vista del productor, desde hace más de seis meses y, según manifestó Yamani el pasado viernes, es seguro que se prolongue durante dos años más, incluso si el consorcio tiene éxito en su reunión del miércoles y consigue llegar a un compromiso.Este compromiso se ha empezado a elaborar en la reunión de ayer del comité de estrategia, y aunque en la misma faltaron los representantes del ala más radical, las sesiones previas de hoy serán decisivas al respecto. La única sombra que se cierne sobre un posible acuerdo rápido en el tema de precios (subida saudí de dos dólares y rebaja en la Parte alta del abanico) es la exigencia saudí para que la OPEP adopte previamente el sistema de precios unificados que ya elaboró hace año y medio en el encuentro de Taif (Arabia Saudí.).
La reforma del plan de Taif
La reunión de ayer del llamado comité de estrategia de la OPEP se celebró. como es habitual en todos los encuentros de la OPEP, a puerta cerrada, y la informa ción disponible anoche era escasa. Sin embargo, es casi seguro, a juzgar por las declaraciones previas de los participantes, que el objetivo de los reunidos fue modificar la fórmula matemática que el mismo comité elaboró hace año y medio en Taif (Arabia Saudí) para vincular los precios del petróleo a tres índices económicos: el crecimiento de los precios en los países de la OCDE y en los de la OPEP, la tasa real de crecimiento anual de los países de la OCDE y la relación cambiaría en una cesta que contenga las principales monedas occidentales.
La necesidad de modificar esta denominada «fórmula de Taif» va en función no sólo de la oposición a la misma de los países más radicales del consorcio (concretamente, Irán y Argelia), sino del profundo cambio que ha experimentado la coyuntura económica mundial desde que el comité de estrategia inició su elaboración, hace ya casi cuatro años. En aquellos momentos, el dólar estaba en bajo declive y la situación de la economía norte americana era adversa. En es tos momentos, la introducción de instrumentos de política eco nómica diferentes en Estados Unidos, no previstos por los ex pertos de la OPEP, convertirían la fórmula en impracticable, seaún han reconocido algunos de sus autores. Por otro lado, la vinculación, o indiciación, de los países del petróleo al particular momento de la economía en los países occidentales sería contra ria a los intereses de la OPEP, ya que se podría dar el caso de que el precio del petróleo baje, en términos reales, si se dan tasas de crecimiento negativo en el área de la OCDE.
A estas -reservas presentadas por algunos miembros de la OPEP hay que añadir las airea das por expertos occidentales, que argumentan que es muy difícil indiciar algo tan volátil como el precio del crudo, a algo que no está, por su lado, indiciado, o lo está en una fase primaria, como es el caso de los niveles de inflación en el área OCDE y, sobre todo, la de los países de la OPEP. Los peligros que se introducen en el funcionamiento del sistema serían enormes y se podría poner en peligro el normal desarrollo de la economía occidental.
Los aspectos técnicos
Por otro lado, casi todos los expertos están de acuerdo en que va a ser muy difícil que la conferencia extraordinaria de la OPEP consiga, tal como se propone Yamani, llegar a un acuerdo sobre la estrategia a largo plazo del consorcio (léase fórmula automática de subida de precios) antes de que Arabia Saudí tuerza el brazo e incremente su precio y reduzca su producción.
Los aspectos técnicos están todavía en una fase preliminar je estudio y, aunque los expertos Je la Secretaría General de la OPEP llevan meses trabajando en ellos, todavía quedan muchas lagunas por llenar. Es por eso que, aunque el compromiso en precios inmediatos es muy probable, haya que dejar para otra reunión la elaboración definitiva de la fórmula de modificación automática de precios.
Aquí el problema más importante es la determinación de los llamados diferenciales entre los distintos precios y la aceptación unánime de las llamadas primas y sobrecargas en los precios oficiales. Precisamente ha sido la aplicación unilateral de estas primas lo que ha hecho que los precios del crudo se hayan disparado y distanciado y ocurra en el mercado lo que está sucediendo: convivencia de precios muy distintos para las mismas calidades de crudo.
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