Peña Abizanda: un conservador "a la inglesa"
Eduardo Peña es de los pocos políticos que no pone matices después de autodefinirse corno conservador. Es de derechas, y, punto. A sus 51 años. este hombre de formación cristiana, educado en Acción Católica, sólo ha militado en la UDE de Alfonso Ossorlo, va en las postrimerías del franquismo. Cuando este grupo se integró en la actual UCD, Peña optó por quedarse al margen.El embajador en México tampoco oculta nunca que es hijo de militar franquista, aunque su padre se alineara en la tendencia más liberal del general Aranda. De esta ascendencia militar le viene, según concesión propia, su sentido de servicio al Estado. entendido como una disciplina castrense, como un acatainiento a las órdenes del mando.
También fue su padre, agregado militar en Londres durante casi toda la segunda guerra mundial, quien le puso en contacto por priniera vez con la carrera diplomática, a la que ingresó en 1957. En contra de lo habitual en aquella época, Eduardo Peña no venía de la facultad de Derecho. sino de la de Ciencias Económicas, cuyos estudios se había pagado dando clases de inglés en el Ateneo madrileño.
De su estancia en Londres, desde los doce a los dieciséis años. le queda un estilo de ver la política con un sentido liberal. De ahí también que sea un conservador a la inglesa. Su tendencia al trabajo en equipo, delegando responsabilidades en sus subordinados, es probablemente también una herencia británica.
Su formación económica ha orientado toda su carrera profesional. Ha presidido decenas de dele,gaciones españolas, sobre todo en la Europa del Este y en América Latina. siempre en negociaciones de contenido comercial. Los dos cargos políticos que ha ocupado en los primeros Gobiernos del posfranquisnio han sido igualmente cargos técnicos: secretario general del Ministerio de Industria, con Pérez de Bricio, y subsecretario de Comercio, con Lladó. lucluso desde su actual puesto de en, bajador se ha tenido que dedicar iiás a problemas económicos que a los rigurosamente políticos.
Considerado como un gestor eficaz, su eventual llegada a Prado del Rey podría ser para él un reto, sobre todo de cara al saneamiento económico-administrativo de RTVE. Nunca ha tenido, sin embargo, ninguna relación directa con los medios de comunicación social, a los que se ha mosirado siempre receptivo y abierto.
Este madrileño de San Lorenzo de El Escorial, casado con una pintora valenciana, María Victoria Puigmoltó, padre de tres hijos. extravertido, mezcla de autoritario y liberal, tiene en el fondo de si mismo un sueño: llegar a ser algún día presidente del Real Madrid.
