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Calvo Sotelo propone a Peña Abizanda para sustituir a Castedo en RTVE

«Prepara las maletas, tenlas listas antes de que termine agosto y ve haciéndote a la idea de que irás a Prado del Rey», le dijo el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, al embajador de Espana en México, Eduardo Peña Ahizanda, al término del viaje que el jefe del Ejecutivo hizo al país azteca a mediados del pasado mes de julio. Era una oferta tácita para que el mencionado diplomático se hiciera cargo, «a la vuelta del verano», de la Dirección General del Ente Público Radiotelevisión Española. Leopoldo CaIvo Sotelo intenta desplazar a Fernando Castedo, actual titular.

Eduardo Peña Abizanda es, efectivamente, el principal candidato para suceder a Fernando Castedo en un puesto que el jefe del Ejecutivo considera vital para la continuidad de Unión de Centro Democrático como partido del, Gobierno tras las próximas elecciones generales.El próximo día 19 de agosto, Unión de Centro Democrático celebrará una reunión ejecutiva. Uno de los temas -el más caliente, según algunos- será la situación de Radiotelevisión Española y la postura de Castedo, miembro del partido en el poder. Al día siguite, tanto el Consejo de Ministros como el Consejo de Administración de RTVE celebrarán reuniones en las que, según todos los indicios, de nuevo se pondrá sobre el tapete la cuestión Castedo.

En Prado del Rey se estima que Leopoldo Calvo Sotelo quiere desposeer a Castedo de su cargo, porque el actual director general fue nombrado por el anterior presidente, Adolfo Suárez, y no por él. De acuerdo con el Estatuto del Ente Público Radiotelevisión Española, únicamente podría producírse la sustitución si el interesado dimite. En las últimas sernanas, algunos medios informativos aseguraron que existía una carta de dimisión de Fernando Casiedo que en cualquier momento podría ser usada por el Gobierno.

Esa carta de Castedo era, en realidad, una carta de agradecimiento a Adolfo Suárez, quien como presidente del Gobierno firnió entonces el nombramiento de Castedo, y fue enviada antes de que se efectuara la toma de posesión. Medios próximos a Castedo consideran que esa comunicación, en la que, en efecto, se ponía el cargo a disposición de la Presidencia del Gobierno, como resulta habitual ante nombramientos de este carácter, «no es trasvasable».

Páginas 38 y 39

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