Almería, un caso insólito
La sorprendente decisión de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Almería de abrir un expediente sancionador a Darío Fernández nos llena de estupor e indignación a todos los ciudadanos conscientes de este país.La misión de un colegio profesional debería ser el proteger a sus colegiados en el ejercicio de su labor profesional, garantizando su absoluta libertad e independencia en el desempeño de ésta. Por eso, que el propio colegio se convierta en instrumento de los enemigos de la libertad de defensa y se dedique a perseguir a uno de sus miembros, tratando de entorpecer o impedir su función profesional, es algo que debe abochornar no sólo al colegio, sino a toda la profesión y a toda la sociedad./ y cuatro firmas más.
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