Mercados en alza y contratación fluida
La pasada semana bursátil ha arrojado un balance sorprendentemente positivo, sobre todo si se tiene en cuenta que se ha tratado del ciclo intermedio en el mes de agosto, y volvió a ser la reacción del sector bancario quien se encargó de generar un ambiente positivo que se extendió paulatinamente al resto de las acciones contratadas.La pujanza que habían venido manteniendo algunos valores industriales a lo largo de las últimas tandas semanales resultaba claramente insuficiente para prestar a los mercados de valores la supuesta animación que se pretendía darles, y hubo que retornar sobre los clásicos, es decir, sobre las acciones bancarias, para que la imagen de la Bolsa mejorase, al menos a través de las expresiones de los índices generales.
Porque si algo estaba medianamente claro era la voluntad de todas las partes interesadas en que las cotizaciones de los valores más significados mantuviesen unas trayectorias lo más favorables que fuese posible. Para conseguirlo se contaba con el apoyo táctico de los posibles vendedores, que se mostraron sorprendentemente perezosos a la hora de materializar sus posiciones.
Sin embargo, la supuesta euforia compradora de acciones bancarias se vio notablemente frenada en la sesión del viernes, donde los saldos cambiaron sus signos y las ventas terminaron dominando los cierres. A pesar de este radical cambio de postura, no puede hablarse de una permuta en la tendencia positiva, pues los deseos de tranquilidad durante el fin de semana que manifiestan los inversores a corto durante las jornadas estivales ha sido el origen de estas ventas. La próxima semana, lógicamente, se iniciará con un grupo bancario más pacífico y algunos recortes en los valores industriales que mayores plusvalías llevan acumuladas, y ello porque las razones fundamentales de estas subidas veraniegas, es decir, la firme voluntad de generar mejoras por parte de los especialistas, se mantienen prácticamente intactas. El grupo químico fue quien en los últimos compases del ciclo centró un mayor número de devotos. Explosivos y Energías operaron con mucha soltura, y en su comportamiento se podía adivinar la posibilidad de que mantuviesen sus trayectorias alcistas.
Los valores siderúrgicos, fundamentalmente Duro Felguera, apuntaron algunos síntomas de cansancio, y se pudieron observar las realizaciones de más de un cualificado especialista. Por su parte, Olarra, en lo que expertos del mercado calificaban como una maniobra claramente especulativa, apoyándose en el buen ambiente que arropaba a sus compañeros de sector, marcó en varias sesiones dinero sin operaciones, para terminar marcando dinero sin operaciones a 54%, desde el 42% en que inició su despegue.
Mención aparte merecen los comportamientos de Alba y el Banco Exterior .
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