José Tordesillas y Guillermo González,

dos de los principales pianistas del país, han sufrido una mala pasada del azar: no podrán estar mañana en el escenario de los Jameos del Agua, una cueva paradisíaca decorada por el artista César Manrique, en la isla de los Volcanes, de Lanzarote, (Canarias), por encontrarse ambos lesionados. Cualquiera podría pensar que el oficio de pianista entraña riesgos para el físico de quien lo practica. Pero no es éste el caso. José Tordesillas se lesionó el dedo pulgar de su mano izquierda de manera fortuita, y Guillermo González convalece de contusiones en una de sus piernas como consecuencia de la caída sufrida al caer de su moto mientras transitaba por las calles de Madr'id. Los dos pianistas heridos no podrán acompañar, por tanto, al gran tenor Alfredo Kraus, que robará tiempo a su descanso veraniego en Los Fariones, un lugar de la citada isla, para interpretar en los Jameos una canción del compositor Néstor Alamo titulada Sombras del nublo, que forma parte del cancionero popular de las islas. El público con que contará esta vez el cantante lírico canario será infantil, porque se trata de rendir homenaje a los niños del archipiélago, que por estas fechas participan en las siete islas en una campaña de mentafización sanitaria promovida por la Junta de Canarias bajo el lema Amigo, cuida Canarias.