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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Soluciones que nunca llegan

La Asociación de Españoles Residentes en Checoslovaquia, aún en trámite de legalización en España (Instituto Español de Emigración) y en Checoslovaquia, acaba de realizar su tercera asamblea semestral, con asistencia del consejero de la Embajada de España, Juan M. Romero de Terreros.El presidente de la comisión gestora de la Asociación, el ingeniero Francisco González, hizo una amplia exposición de las actividades de aquélla desde la última asamblea,de octubre de 1980, en donde fue elaborada la plataforma de reivindicaciones económico-sociales en nuestra calidad de emigrados.

El sector más numeroso de la colonia, el que procede de la emigración política, movido por los problemas que el retorno planteaba al producirse la transición política, estableció contacto con la Embajada de España en Praga y se

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dirigió en dos ocasiones, en sendas cartas, al presidente del Gobierno para exponerle su situación y las dificultades que entrañaba el retomo al faltar un acuerdo bilateral de seguridad social entre España y Checoslovaquia. La respuesta que el Servicio de Mutualismo Laboral, dependiente del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, nos dio, en nombre de la Presidencia del Gobierno, consistió en anunciarnos la imposibilidad de asignarnos una pensión porque en «España la Seguridad Social es de tipo contributivo», por lo que los emigrados que no figuren, por una u otra causa, en sus registros carecen del derecho a percibir sus prestaciones. En Checoslovaquia tenemos compatriotas cuyas empresas, en el período anterior a la guerra civil, no pagaron las correspondientes cotizaciones sociales.

Disconformes con esta respuesta, se hicieron gestiones a través de diputados de nuestro Parlamento, en entrevistas facilitadas por la Embajada, y además expusimos nuestro caso a Su Majestad el Rey. El Monarca se interesó por nuestra situación ante el propio ministro de Asuntos Exteriores de este país en el curso de una audiencia.

Gracias a esta intervención, algunos casos fueron resueltos, pero a título individual, y tras largos meses de trámite y espera en España. Sin embargo, cabe señalar un caso de suspensión de esta transferencia bajo el pretexto de que el interesado encontró trabajo, y otra demanda fue simplemente denegada.

Los trabajadores emigrados gozan en Checoslovaquia de los mismos derechos y ventajas económico-sociales que los ciudadanos del país, pero como la transferencia de la pensión checoslovaca, en caso de concederla el organismo correspondiente, entraña una larga espera y la reducción de su cuantía por ser voluntaria, nuestra Asociación planteó sus reinvidicaciones al Gobierno español. En virtud de ello, la asamblea de abril de 1980 decidió apelar a la Comisión Especial de Emigración del Congreso de los Diputados al constatar que las propuestas presentadas por las minorías parlamentarias de la oposición quedaban paralizadas y que la propia ley de Emigración sigue encerrada a cal y canto en los archivos de UCD. Dicha comisión parlamentaria no ha respondido a nuestra carta del 15 de junio de 1980. Desde Checoslovaquia no sabemos lo que hace ni oímos hablar de ella ni de sus actividades, si es que las tiene.

Nuestras reivindicaciones más importantes son: concesión de una pensión equivalente al 75% del salario mínimo interprofesional a cargo del Fondo Nacional de Protección al Trabajo; asistencia médica gratuita; prima de 100.000 pesetas para instalarse en el país; vivienda de protección social y exención de tasas fiscales y aduaneras a los retornados; subsidio de paro al retornado. Si el retornado ya percibe una pensión mínima del Estado español, debería computarse ésta con los años trabajados en el exterior. Todo ello, naturalmente, mientras un acuerdo bilateral de seguridad entre España y Checoslovaquia no sea firmado y pueda alterar las disposiciones tomadas por el Estado español a nuestro respecto.

La mayoría de los españoles residentes en Checoslovaquia de la tercera edad quiere regresar a España, pero no puede, pues con algo debe vivir. Esa es la realidad que nuestras autoridades deberían examinar./ de la Asociación de Residentes Españoles en Checoslovaquia. .

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