La corrupción que nos rodea
Nos hemos quedado estupefactos cuando hemos escuchado en el programa informativo,Al cierre, de RTVE, la noche del martes, que de los análisis realizados en el Centro de Investigación de Majadahonda, sobre 3.000 artículos alimenticios, trescientos (el 10%) contienen elementos tóxicos, nocivos para la salud.Nos preguntamos: ¿En qué país vivimos? ¿Cómo pueden consentirse hechos como éste? ¿Dónde están las autoridades sanitarias? ¿No hay nadie entre las instituciones estatales y sociales de todo tipo con la voluntad y el valor de acabar con el mercado mortífero, generador de pingües beneficios para un puñado de desaprensivos, en que se ha convertido la producción y venta de algunos alimentos?
Han muerto cerca de un centenar de personas intoxicadas por el aceite desnaturalizado de colza. ¿Cuántos más tenemos que morir para que se tomen las medidas que garanticen nuestra salud? ¿Va a ser cierto lo que mucha gente piensa, que los muertos son de tercera y hasta que no muera alguna personalidad intoxicada no se van a atajar estos actos criminales?
¿Por qué no se dicen, uno a uno cuáles son los productos que contienen elementos tóxicos? ¿Es que valen más los intereses económicos de algunas empresas que la salud, de los ciudadanos?
De nada sirven mil preguntas al Gobierno en el Parlamento. De poco sirve la dimisión de este o aquel ministro. Hay que actuar con energía sobre la corrupción que nos rodea.
Quizá, si quien tiene que hacerlo no lo hace, tengamos que ser los ciudadanos quienes, como tantas veces, salgamos a la calle para gritar: ' ¡Basta ya!/
y tres firmas más.
