Oposición de la Cámara de los Lores al cierre de los servicios en español de la BBC
La Cámara de los Lores se ha opuesto a los planes del Gobierno británico de cerrar algunos servicios exteriores de radio de la BBC, entre ellos el destinado a España en castellano. Sin embargo, el Ejecutivo inglés parece dispuesto a seguir adelante con estos recortes, a pesar de que «los tam-tam de la BBC sean poderosos», según indicó el ministro de Asuntos Exteriores, lord Carrington.
Los servicios en lenguas vernáculas que podrían desaparecer son los destinados a España, Francia, Italia, Birmania, Somalia, Malta y Brasil. Los servicios exteriores de la BBC -en cuarenta lenguas- están financiados por el Foreign Office, que en teoría no tiene control editorial sobre ellos, aunque tiene la última decisión sobre cuáles crear o cuáles cerrar. El Foreign Office quiere ahora, al cerrar estos siete servicios, ahorrar tres millones de libras (unos 550 millones de pesetas) al año, al tiempo que presenta un programa de renovación tecnológica para los próximos nueve años de 102 millones de libras (unos 19.000 millones de pesetas). La mitad a partir de 1985. El resto es, sin embargo. menor que lo que se pensaba gastar en capital antes de los recortes de 1979.La prioridad para el Gobierno es el servicio mundial en inglés, y en segundo lugar está una mejora de la audibilidad de estos servicios exteriores. como indicó lord Carrington, quien comentó asimismo que era «algo impertinente» decir que los servicios en lengua vernácula para España, Francia e Italia estabilizan la democracia en estos países.
Ante este séptimo intento del Gobierno en los últimos diez años de recortar estos servicios, la BBC está desplegando todos sus medios para su labor de resistencia, «y la BBC tiene una notable capacidad para organizar grupos de presión», señaló lord Carrington. Prueba de ello fue la derrota del Gobierno, el pasado jueves en la Cámara de los Lores, donde se aprobó por 82 votos a 47 una moción pidiendo al Gobierno que reconsiderara su decisión.
De los 31 pares que intervinieron en el debate de más de cinco horas de duración, tan sólo cuatro apoyaron al Gobierno. Para lord Straboldi estos minúsculos recortes eran «casi incomprensibles», y muchos de los presentes. entre ellos lord Byers, el promotor de la moción, opinaron que la escala financiera de los recortes no compensaba el daño a la reputación de la BBC en el mundo entero. Se recordó también el caso de los servicios turcos de la BBC, que el Foreign Office intentó recortar en 1979, pidiendo que se doblaran al año siguiente ante el cambio en la situación política de Turquía. En el caso de los países afectados por los nuevos planes podría ocurrir algo similar, se comentó durante el debate. En cualquier caso, se pensaba que si la BBC no estaba allí, su lugar se vería ocupado por radios de los países del Este.
La petición de un nutrido grupo de periodistas españoles de que no se suspendan estos servicios aún no ha llegado a Londres, según ha indicado el Gobierno. El tema de la Embajada española en Madrid volvió a surgir durante el debate, ya que aparentemente no estaba el embajador para recibir el escrito de los periodistas españoles cuando éstos lo presentaron, y según lord Crowther-Hunt, un 2% de ahorre en los gastos de la embajada bastarían para poder seguir manteniendo el servicio en castellano.
En Busch Flouse, sede de los servicios exteriores de la BBC, reinaba un cierto optimismo ante la derrota del Gobierno en la Cámara de los Lores. Por otra parte, 177 diputados (78 conservadores) de la Cámara de los Comunes han solicitado establecer una comisión para estudiar estos recortes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.