Grandes atascos e incidentes en Ceuta por la oleada de marroquíes

La ciudad de Ceuta se ha visto invadida en dos días por más de 5.000 vehículos de emigrantes marroquíes provenientes de Bélgica, Holanda y Francia, y que se dirigen a su país para pasar las vacaciones. La lentitud con que se cruza la frontera ha originado una serie de incidentes y desórdenes en Ceuta.Desde la madrugada del sábado, las colas en la frontera alcanzaban más de cinco kilómetros, llegando hasta el mismo centro de la ciudad, mientras que el resto de los vehículos permanecían estacionados en las explanadas del puerto esperando a que se comunicara por parte de las autoridades fronterizas que había espacio para añadir a la larga fila de coches. Una vez producida esta confirmación, se dirigían de cien en cien encabezados por un motorista de la Policía Municipal.

La ciudad de Algeciras, en estos instantes, está abarrotada por unos 15.000 coches que se disponen a cruzar el Estrecho, pese a que en los días del lunes y el martes los transbordadores realizaron más de cincuenta servicios en ambas direcciones. Las razones de esta lentitud en el despacho de vehículos se debe, por un lado, al adelanto de las vacaciones de los países centroeuropeos, a lo que se añade que la fiesta musulmana del Ramadán acaba este fin de semana. Aparte de todo ello, la burocracia en la frontera marroquí llega a ser exasperante, debido a que los registros que se están realizando son minuciosos, lo que hace que el paso de la caravana sea escasamente de setenta coches a la hora.

Siete horas de espera

Dado que, una vez puesto en la larga fila de cinco kilómetros, un automóvil está tardando de siete a ocho horas para entrar en Marruecos, se han producido una serie de incidentes motivados por el nerviosismo de la espera. Así, en la mañana del lunes, en el muelle de la Puntilla, del puerto ceutí, se produjo un altercado que provocó que algunos guardias civiles que estaban de servicio tuvieran que desenfundar sus armas. Igualmente, a primeras horas de la tarde, en el mismo lugar, se produjo un intento de sentada como señal de protesta. La sentada finalizó una vez que a los afectados se les hizo ver que la responsabilidad de esas incidencias no corresponden a las autoridades españolas, sino a las marroquíes. Por último, en la noche del mismo lunes se produjo una manifestación de unas doscientas personas, que se dirigieron a lo largo de toda la cola de cinco kilómetros hasta la aduana marroquí para presentar una reclamación por la lentitud del paso. En esos instantes se encontraba allí el gobernador civil de Tetuán, quien prometió una mayor agilidad de paso, que se produjo a últimas horas de la noche.