Mercado nervioso y a la baja

Ha comenzado la semana bajo el síndrome del pago de los dividendos bancarios a cuenta del presente ejercicio, sin que el resto del mercado apuntase otras iniciativas que algunos tibios recortes en la mayor parte de los grupos, y un ambiente típicamente veraniego, aburrido y con pocas operaciones.Seis de los siete grandes bancos -sólo faltaba el Popular- descontaron sus primeros dividendos con cargo a 1981 y, en general, perdieron posiciones con relación a sus últimos cambios. El Santander era quien rompía la tónica, repitiendo su cotización, lo que representaba una ganancia de seis puntos, al recuperar íntegramente el importe de su derrama. Pero, además, el Santander era el único que contaba con saldos compradores, de cierta consideración si nos atenemos a los rumores del parqué, y cerraba sus operaciones demandado. Justo lo contrario les sucedía a sus compañeros, para los que se han continuado produciendo órdenes vendedoras, que sin sumar saldos espectaculares sí revestían aluna consideración, por la severa abstinencia que presentan los posibles compradores.

En el grupo eléctrico se produjeron recortes de cierta importancia que provocaban la nutrida presencia de papel institucional.

Urbis, el gran protagonista de la semana anterior, vio truncada su brillante carrera ascendente por la presencia de una oferta abultada y decidida, que consideró como más prudente materializar ya sus posiciones, en lugar de esperar a mañana.