Defensa de la Casa de Campo

Los abajo firmantes somos vecinos de este pueblo de Pozuelo de Alarcón desde hace años. Como tantos otros, también nos oponemos al plan de apropiación de la Casa de Campo. Sí, decimos apropiación y no ampliación, como gustan utilizar, pegándole una patada al diccionario, los señores concejales de UCD y empresas que defienden (Río Tinto, Urbis, etcétera). Ampliar la Casa de Campo significa extender, dilatar la Casa de Campo. Ampliación, por tanto, es la acción y efecto de ampliar. Pero el tan manido plan, manido por las protestas a centenares que ha ocasionado, a pesar de los oídos sordos de UCD-Urbis, insiste en llamarse -en llamarle- de ampliación. ¿Qué va a ampliar? ¿Van a poner más árboles, que buena falta hacen?, ¿van a quitar carreteras que tanto estorban?, ¿van a dejarnos más espacios libres para correr y descontaminarnos? No. Sencillamente, como muy bien deja patente su información, van a hacer de Pozuelo y alrededores un gueto -los pobres, aquí; los ricos (los de Somosaguas), allí- Van a cercenar la Casa de Campo -el pulmón de Madrid, le llaman-; en definitiva, en beneficio de los especuladores de siempre (en este casó Urbis), quienes se van a apropiar, con el apoyo ucedeo que tiene intereses en ello, de esa franja de terreno del pueblo madrileño. Así que no van a ampliar, extender ni dilatar nada, sino, apropiar, apoderar, ocupar o adueñar, elíjase lo que guste, de la Casa de Campo.