Alto el fuego entre Israel y la OLP

Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) aceptaron ayer los llamamientos internacionales, y muy concretamente el realizado por el enviado norteamericano, Philip Habib, para que se impusiera un alto el fuego en Líbano después de catorce días de enfrentamientos, en los que más de 450 personas perdieron la vida.Ronald Reagan calificó la decisión bipartita de «positiva y esperanzadora», al tiempo que hizo un llamamiento a sus compatriotas y aliados para que cesen sus críticas contra Israel.

El propio secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, anunció ayer que «reinaba la calma en la región», al tiempo que expresó su esperanza de que el alto el fuego fuese un síntoma de que «el ciclo de violencia va a llegar a su fin».

Por su parte, el comando conjunto de la resistencia palestina y del Movimiento Nacional Libanés (progresista) estimó ayer que el «enemigo» israelí había sido incapaz de alcanzar todos los objetivos previstos en su ofensiva. Simultáneamente, la declaración hecha pública por el directorio palestino-progresista, reunido bajo la presidencia de Yasir Arafat, muestra su desilusión ante «las insuficientes resoluciones» adoptadas ayer en Túnez por el Consejo Arabe de la Defensa.

La aceptación del alto el fuego por Israel ha sido considerada por la mayoría de los observadores como una doble derrota política para el Gobierno de Menájem Beguin. Por una parte se ha visto obligado a ceder ante las presiones del presidente Reagan, y por otra ha reconocido, de hecho, el carácter de beligerante a la OLP, reforzando así la posición diplomática de Arafat.

No obstante, en medios libaneses cunde el escepticismo sobre cuánto durará el cese de las hostilidades, según informa nuestro enviado especial, Ignacio Cembrero.

Fuentes diplomáticas citadas por la agencia Efe adelantaron ayer en la ONU que, una vez conseguido el alto el fuego, cesarán los llamamientos para que se impongan sanciones al Gobierno de Israel.

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