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PAIS VASCO

Un puente vital para el Gran Bilbao lleva un año terminado sin entrar en servicio

El absurdo de un puente sobre el río Nervión, que ha costado casi ochocientos millones de pesetas, y que por carecer de vías de acceso al mismo permanecía desde hace casi un año como mero elemento decorativo sobre el paisaje industrial, dejará de serlo, aunque no de inmediato, según prometió ayer, en conferencia de Prensa celebrada en Bilbao, el consejero vasco de urbanismo, Javier Lasagabaster.

Entre el puente de Deusto, en el centro de Bilbao, y la desembocadura del Nervión, no había hasta el presente otro puente que el colgante, pese a que en ese tramo de doce kilómetros se sitúan localidades tan populosas como Portugalete, Sestao, Baracaldo, Erandio y Las Arenas. De ahí la vieja aspiración de los vizcaínos de contar con un puente intermedio capaz de comunicar ambas márgenes y de poner en relación el superpuerto de Santurce y el valle de Asúa, donde se encuentra el aeropuerto de Sondica.Por diversas circunstancias -incluida la disolución de la empresa concesionaria de las obras, pendiente de resolución definitiva por parte del Consejo de Ministros- los trabajos que, a su iniciación, en 1977, debían estar concluidos para marzo de 1980, han sufrido nuevos retrasos. De todas formas, el puente se construyó y las obras finalizaron en octubre pasado. Fue entonces cuando los vizcaínos comprobaron que el puente no servía para nada, porque no se habían resuelto los problemas de su enlace con las carreteras de ambas márgenes.

Tras diversas negociaciones, y una vez asumidas por el Gobierno vasco las competencias en materia de obras públicas, la Consejería correspondiente del Ejecutivo de Vitoria presentó ayer el plan que deberá resolver la situación. Dicho plan, cuyas obras se iniciarán en 1982 y no concluirán antes de 1986, contempla la realización de enlaces con la carretera de la Avanzada, en la margen derecha, y con la de Santander, en la margen izquierda.

Los técnicos del departamento de Política Territorial y Obras Públicas explicaron que las soluciones se presentan a tres escalas. Primero, la comarcal, que enlazará una margen con otra, quedando conectados el hospital de Cruces, por un lado, y la Universidad de Lejona y el aeropuerto de Sondica, por otro. A escala municipal se descongestionarán las poblaciones de la margen izquierda, afectadas sobre todo por el tráfico generado por el superpuerto, y por último, el efecto social que supondrá el ahorro tanto de tiempo como de dinero.

En la margen izquierda se construirán quince kilómetros de carretera y sólo dos y medio en la derecha.

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