El programa de Segura de Luna se apoya en la selección

Ernesto Segura de Luna, actual presidente -dimitido, según obligan los estatutos, antes de las elecciones- basa su programa en los éxitos y el buen hacer de la selección española, hasta el punto de que el seleccionador, Antonio Díaz-Miguel, y el capitán, Wayne Brabender, se han convertido en los protagonistas de su campaña electoral. Campaña que, por otro lado, no necesita, ya que todo está arreglado y muy arreglado para que salga reelegido. Mientras, José Antonio Gasca, que reunió a la Prensa en Barcelona y Madrid, insiste en que las elecciones son ilegales.El baloncesto español, pionero en mil y una ocasiones, ha aprovechado esto para ser el primero en convocar las elecciones a la presidencia de la española, quizá por aquello de que «no es bueno dejar pensar al pueblo» y porque los pocos pensantes que pueda haber estén de vacaciones.

Gasca, que se prestó a las preguntas de los medios de comunicación en Barcelona y Madrid, insiste en que las elecciones se van a llevar a cabo bajo la ilegalidad, y está dispuesto a impugnarlas. Ayer demostró que, entre otras cosas, con el reglamento en la mano, antes de convocar elecciones hay que celebrar una asamblea extraordinaria, cosa que la española ha ignorado: «Numéricamente podemos perder; pero es evidente que, pase lo que pase, el triunfo es nuestro. Comprendo que muchos digan que esto es una utopía, pero hay que empezar y antes o después las cosas quedarán en su sitio. De momento, el tema de los votos no nos preocupa», comentó ayer el vasco en el pub Rebote, donde celebró una conferencia de Prensa, «pero queremos que se vaya tomando conciencia de cómo están y cómo son las cosas».

La candidatura de Segura de Luna ha apoyado su programa electoral en los éxitos de la selección y en el buen nombre y la buena imagen del seleccionador, Antonio Díaz-Miguel, y del capitán, Wayne Brabender, lo que no tiene nada que ver con una gestión federativa. Ambos han saltado a la palestra. Uno -Díaz-Miguel- a priori, y otro -Brabender-, a posteriori, lógicamente, a las órdenes de los que les pagan. Esto le pasa a todo el mundo. Hay que aclarar, por otro lado, que, al margen de lo que haya manifestado Gasca, se puede afirmar que Brabender es tan profesional y tan español como el que más.

Una cosa es cierta, y es que hay poca seguridad o algún temor a que se produzca el relevo en la Federación Española. De otra forma no se entiende la exhaustiva campaña -que no tenía pensada- que está llevando a cabo el equipo de Segura de Luna, lo que, en cierto modo, da importancia a Gasca cuando a todas luces parecía inofensivo en cuanto a la consecución de votos se refiere.

Por su parte, el Consejo Superior de Deportes parece ignorar todo lo que rodea a estas elecciones, que se presentan más complejas de lo que quieren aparentar, y no se ha preocupado de investigar si se realizan en la legalidad. No se cumplieron los plazos ni los nombramientos de las federaciones provinciales, aunque esto se puede falsear y decir que no hay pruebas. A estas alturas se reconoce que la asociación de preparadores debe celebrar nuevas elecciones; pero, curiosamente, en esta convocatoria el ex presidente de la asociación, Ramón Bravo, que empezó plantando cara a la Federación y que ahora figura en la candidatura de Segura de Luna, aprovecha una circular en la que se envía a los asociados la convocatoria de esas nuevas elecciones de la asociación para recomendar que voten al actual presidente.