Triunfo de la imaginación en la moda de invierno parisiense
En París, capital mundial de la moda, los talleres de alta costura viven estos días intensas jornadas mientras dan los últimos toques a las colecciones de la moda de invierno, que empezarán a presentarse a la Prensa a partir del lunes próximo.Broche final a la serie de brillantes desfiles programados por las principales firmas parisienses de diseño de modas será la entrega de la D de oro, el día 30 de julio, que se concede cada temporada a la colección más lograda. Este año, el jurado del premio, formado habitualmente por periodistas franceses y extranjeros, está presidido por el cronista Pierre-Yves Guillen.
La seguridad de que las tasas de exportación de productos de lujo y objetos de arte no van a experimentar ningún incremento, confirmada por unas recientes declaraciones de un colaborador del ministro francés de Comercio Exterior, ha reconfortado a los creadores de la moda, que esperan el verano para hacer su agosto con los centenares de clientes de todo el mundo que se concentran en París por estas fechas.
"Llevar a los horizontes del mundo el mensaje optimista de un París eterno": la frase entusiasta del modisto Pierre Balmain suena como un grito de guerra que agrupa a sus colegas e estas semanas, dispuestos a llevar la influencia de sus últimas creaciones a la confección internacional.
Líneas redondeadas ondulando sobre siluetas esbeltas, cierto clasicismo en la concepción de los diseños y una gran generosidad en el empleo de tejidos preciosos y refinados detalles complementarios son las notas que caracterizan la alta costura parisiense anticipada del invierno que viene. La brillantez de la imaginación se impone a los criterios de racionalidad o funcionalidad del vestuario.
Faldas largas, saco Cardin que juega con faldas cortas sobre medias gruesas y Chanel que sigue fiel al largo tradicional de la casa bajo la rodilla. Mangas anchas y exageradas, incluso enormes. Chaquetones amplios y forrados. Echarpes inmensos cruzados. Trajes de chaqueta para mañana y tarde indiscriminadamente, pero de muy diferente factura, según sus creadores. Colores negro y oro, rojo lacado, bronce dorado y con tonalidades de piedras preciosas.
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