Caos en el aeropuerto romano de Fiumicino

Sin previo aviso, unos sesenta empleados del aeropuerto romano de Flumicino paralizaron el jueves durante horas el tráfico aéreo, y sólo se podrá volar cuando hayan terminado las asambleas y se haya llegado a un acuerdo, informa Efe.La situación es caótica: centenares de maletas perdidas, algunas robadas por empleados deshonestos y la mayoría enviadas, por error, a Moscú, Arabia e, incluso, América.

Miles de cartas de protesta llegan diariamente a las oficinas gubernamentales y a las de la compañía oficial Alitalia, firmadas por pasajeros frustrados que, en el mejor de los casos, perdieron un día de vacaciones o la oportunidad de realizar un negocio en una ciudad lejana. Pero las compañías, cubiertas por la letra pequeña de los contratos, no pagan indenizaciones, salvo en los casos verdaderamente dramáticos.

La Prensa italiana dedicó ayer grandes espacios a describir el caos aéreo del país, y diarios tan difundidos como el Corriere della Sera y La Repubblica dedican al tema incluso la primera plana.

Hace días, por error de un empleado, un avión tuvo que ser desalojado. Además, un grupo de turistas sin reserva se apropió del espacio contratado por decenas de pasajeros a una compañía aérea, y al final, los que tenían derecho entraron, pero después de un zafarrancho de protestas.

Un funcionario del aeropuerto de Roma fue agredido por un pasajero desesperado cuando se negó, porque en ese momento comenzaba la huelga, a entregarle una tarjeta de embarque.

El propio presidente de la compañía Alitalia reconoció recientemente, en una comida con la Prensa extranjera acreditada en Roma, que el mundo del aeropuerto de Roma y otros de Italia es caótico.

Hoy y el domingo estarán de huelga los empleados que trabajan en los aviones grandes, los Boeing 747 y los airbus.

Los técnicos de vuelo tienen para julio y agosto, los meses claves del turismo en Italia, un florido calendario de huelgas.