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La programación de la televisión

Muchas veces hemos discutido desde esta página el camino que en los últimos tiempos había emprendido nuestra televisión. Hoy queremos aplaudir rotundamente y sin pero alguno los Principios básicos de programación que acaba deaprobar el Consejo de Administración de RTVE. Sólo añadimos, como dice nuestro título, un deseo: que se cumpla; que no se queden esos principios en una enunciación de buenos deseos; que no sea la audiencia nacional defraudada una vez más.Nos alegra ver que se buscan los caminos de la sensatez. Porque no se trata de inarchas atrás, de mordazas o velos pudibundos; se trata de convertir un medio común en algo que sirve a esa media común de todos los españoles, dejando ciertas piruetas minoritarias para los espectáculos minoritarios, que deben existir, pero que no tienen su sitio en la pequeña ventana que se abre sobre las casas de todos los españoles. La televisión no tiene por qué ser un convento, pero tampoco un cabaret. No es necesario que se convierta en una cátedra de filosofía abstracta, pero que no pase a ser un tablado de feria. Que no se hable de ella con el embalsamado lenguaje de los cronicones, pero tampoco con la sucia labia de las tabernas. Que no se convierta en una confitería, pero que no sirva como único menú la ensalada de tiros. Que sirva a la vez a la diversión y la cultura.

15 de julio

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