Estalla una bomba en un hotel de Belfast
Dos personas resultaron heridas y el hotel parcialmente destruido como consecuencia de la bomba que explosionó a primera hora de la tarde de ayer en el WeIlington Park Hotel de Belfast, la capital del Ulster. Horas antes habían sido inhumados los restos del sexto huelguista de hambre del Ejército Republicano Irlandés (IRA) fallecido el pasado lunes.La bomba que hizo explosión en el hotel de Belfast había sido disimulada entre varias cajas de cerveza. La policía y expertos artificieros del ejército procedieron a revisar el edificio en busca de posibles nuevos artefactos, una vez dominado el incendio que siguió a la deflagración. El atentado no fue reivindicado.
El entierro de Martin Hurson, el militante del IRA fallecido el pasado lunes en la prisión de Maze tras 46 días de huelga de hambre, constituyó una manifestación paramilitar.
Ocho hombres y seis mujeres vestidos con el uniforme de voluntarios del IRA escoltaron el féretro de Hurson desde la pequeña granja familiar hasta a la iglesia de una pequeña localidad a sesenta kilómetros al suroeste de Belfast. Varios miles de personas, con la mayoría de los hombres llevando un brazalete blanco con una cruz negra, acompañaron al cortejo. Numerosos dirigentes del movimiento republicano estaban presentes en la ceremonia fúnebre.
Tras el funeral, el féretro fue llevado hasta el cementerio por un grupo de hombres escoltados por una veintena de hombres, mujeres y niños enmascarados vestidos con diferentes uniformes del IRA. Antes de ser inhumado, tres hombres encapuchados dispararon una triple salva de honor.
En la prisión de Maze otro prisionero del IRA ha tomado el relevo de Hurson. El nuevo huelguista, Matt DevIin, de 31 años de edad, cumple una condena de siete años de cárcel por asesinato de un policía.
Dos de los ocho republicanos que actualmente realizan huelga de hambre se acercan a la muerte Kieran Doherty, diputado del Parlamento de Dublín desde hace un mes, y Kevin Lynch, que hoy cumplen su 56 y 55 días de ayuno respectivamente.
Los huelguistas de hambre tratan de obtener el derecho a llevar sus propias ropas, no realizar trabajos y tener libertad de reunión. El Gobierno británico rechaza toda reforma del sistema penitenciario en tanto los huelguistas no depongan su actitud.
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