Desarticulada una banda de traficantes de droga

Emilio Antonio Molina Cordones, de veintiséis años de edad, fue detenido en Estepona, en la provincia de Málaga, por inspectores del grupo XI de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, en colaboración con los funcionarios de la citada localidad y del grupo antidroga Costa del Sol, como supuesto traficante de hachís, tras serle intervenidos 162 kilos de la citada sustancia, valorados en 65 millones de pesetas, una vez vendida a los adictos, según informaron fuentes policiales. El detenido formaba parte de una banda de traficantes de hachís que, según parece, ha sido completamente desarticulada. El alijo fue detectado por la policía cuando se sospechó que, tras la detención en Madrid de cinco personas de la citada banda, hace días, la droga procedía de algún lugar desconocido de Andalucía. Después de varias investigaciones, el grupo antidroga Costa del Sol y la policía de Madrid detectaron el pueblo de Estepona como centro de distribución del hachís.

Antonio Molina posee un chalé en la urbanización Valle Romanos, donde acudía frecuentemente, y allí fue exactamente donde la policía encontró, escondida en la leñera de la finca, la mercancía, que estaba convenientemente empaquetada a la espera de que fuera transportada a Madrid. El contacto que realizaba estos viajes era, según fuentes policiales, Fernando Parro, integrante de la supuesta banda de traficantes, que fue detenido hace días junto con otras cuatro personas.