El arquitecto municipal de Getafe reconstruirá un bloque de viviendas
El arquitecto municipal de Getafe, Gonzalo González, está dispuesto, por razones humanitarias, a hacer todo lo que esté en su mano para solucionar el problema de las doce familias que habitan el edificio de la avenida de los Angeles, 55, de dicha localidad, que se encuentra en estado peligroso de ruina desde hace aproximadamente unos cinco años. El bloque en cuestión fue construido por el citado arquitecto, por encargo de la empresa constructora Vifesa, de quien depende en última instancia el que se hagan las reparaciones.El edificio es un inmueble modesto, como los son las familias que compraron las viviendas. Terminado en 1968, a últimos de 1976 aparecieron una serie de grietas que aconsejaron al Ayuntamiento ordenar la evacuación de sus habitantes, ante el peligro de un posible derrumbamiento. La constructora y el arquitecto se comprometieron a pagar el alquiler de una pensión a las doce familias, mientras se buscaba una solución. A los pocos meses, dejaron de hacerlo y los vecinos afectados decidieron arriesgarse a volver a sus viviendas. El estado de las mismas es tan precario que, el pasado 25 de junio, el Ayuntamiento volvió a mandarles una nota oficial conminándoles a que las desalojaran, requerimiento que se niegan a cumplir porque no tienen dónde ir, ni sus economías les permiten pagar un segundo piso.
Ante esta situación, el abogado del arquitecto municipal se puso en contacto con el de los vecinos, Federico García Santamarina, y le notificó que su cliente estaba dispuesto a colaborar en el arreglo de las deficiencias del bloque, incluso en el caso de que haya que tirarlo y levantar otro desde los cimientos. El abogado del arquitecto hizo mucho hincapié en que la oferta estaba motivada en razones humanitarias y que en absoluto significaba un reconocimiento implícito de culpabilidad por su parte.
Una vez que cuentan con la buena voluntad del arquitecto, el único y fundamental escollo que falta por superar concierne a la empresa constructora, Vifesa, que por ahora no ha dado señales de vida y que, según García Santamarina, no parece muy dispuesta a adoptar una postura similar a la del arquitecto. Entre otras cosas, Vifesa parece que ha dado fin a sus actividades como tal empresa. En su lugar aparece una segunda, dedicada también a la promoción de viviendas, denominada Sala, SA. El abogado de las familias afectadas comprobó en el Registro Mercantil de Madrid la similitud de nombres que aparecen en los puestos de dirección de ambas sociedades.
Así, tanto Vifesa como Sala, SA, tienen su domicilio social en la glorieta de Cuatro Caminos, 6 y 7. La persona que, en 1976, figuraba como secretario del Consejo de Administración de Vifesa, Luis Longinos Sánchez, es, desde 1975, el presidente de Sala, SA. José Antonio Fonte Pena es apoderado de ambas. José Lajara Genis, presidente de Vifesa desde el 18 de abril de 1980 (y que antes figuraba como apoderado), es también secretario y vicepresidente de Sala, SA. Por último, el consejero delegado de la primera sociedad, Manuel Uribe, es apoderado de la segunda. Se da asimismo el caso de que las letras firmadas por los compradores a Vifesa están ahora endosadas a Sala, SA.
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