La conferencia nacional del PSUC aprueba el término "eurocomunismo"
La IV conferencia nacional del PSUC aprobó ayer la aceptación del término eurocomunismo, que había quedado excluido en el último congreso. Por 133 votos a favor, 67 en contra y seis abstenciones, la conferencia nacional del PSUC ha respaldado la resolución del Comité Central de dicho partido, adoptada en mayo, que venía a recuperar el eurocomunismo como elemento de definición de su línea política. Paralelamente, en la tarde de ayer se produjo un intento de asalto a la sede de la conferencia por parte de unos treinta prosoviéticos. Hubo agresiones verbales y físicas, y una de las víctimas fue el diputado Jordi Solé Tura.
Anoche, la conferencia debatía en comisiones las tesis congresuales del PCE. En la mañana de hoy, la discusión se llevará a cabo en sesión plenaria. El comité ejecutivo del PSUC intentará que se apruebe una valoración global de dichas tesis y muy pocas enmiendas.La dirección leninista del PSUC desea que la participación de los comunistas catalanes en el X Congreso del PCE, a celebrar a partir del próximo día 27, sea poco conflictiva. Por esta razón, propugnó la aceptación del término eurocomunismo, ya que de otro modo les habría sido difícil conservar su relativa independencia respecto al PCE.
Agresiones de los "prosoviéticos"
Sin duda alguna, la nota destacada de la jornada de ayer fue la agresión que protagonizaron unos treinta elementos de carácter prosoviético, tendencia que supo imponer sus criterios en el V Congreso del PSUC, celebrado el pasado mes de enero, pero que ahora ha sido derrotada, según confirmó la votación antes reseñada, aceptando el término eurocomunismo.Los incidentes se iniciaron a primeras horas de la tarde. Unos treinta prosoviéticos, que portaban pegatinas con frases como «Ni carrillistas ni eurocomunistas», «Ardiaca presidente», «Viva el comunismo», «Fuera el eurocomunismo», tomaron posesión del vestíbulo de la sala donde se celebraba la conferencia. Empezaron a insultar a miembros del servicio de orden, a quienes acusaron de fascistas y traidores. Hubo ligeros forcejeos. El servicio de orden formó una barricada con mesas detrás de la puerta de entrada. La llegada al local de Jordi Solé Tura exaltó aún más los ánimos de los prosoviéticos. Pese a que el diputado fue protegido por miembros del servicio de orden, no fue posible evitar que fuese golpeado y zarandeado.
El presidente saliente del PSUC, recién destituido por el Comité Central de este partido, Pere Ardiaca, salió para intentar disolver a los asaltantes y convencerles de que cesaran en su empeño. Ardiaca pertenece a la misma tendencia prosoviética de los asaltantes. Entre éstos figuraban militantes de Mataró (localidad cuyo comité local fue suspendido en sus funciones por el comité ejecutivo) y de Tarrasa. Tras un breve diálogo con los asaltantes, que vitorearon a Ardiaca, éste logró que abandonaran el lugar.
Los hechos fueron puestos en conocimiento del pleno, que en aquel momento estaba reunido, instantes después de haber sido cometidos. El secretario general del PSUC se dirigió al plenario de forma inmediata, y manifestó que tales actos «no tienen nada que ver con la moral comunista, sino que son propios de los lumpen y de la extrema derecha». Agregó que se aplicarían con rigor las sanciones.
Más tarde, Francesc Frutos, secretario general del PSUC, manifestó a este diario que los responsables del intento de asalto han sido algunos militantes con actitudes agresivas contra la conferencia, que no tienen nada que ver con el comportamiento democrático y cívico que tenemos los comunistas».
Sin duda alguna, estos sucesos incrementarán el declinar de la tendencia prosoviética.
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