El partido Agudat exige a Beguin más ortodoxia religiosa

Mientras todos los partidos políticos israelíes integrantes de la coalición parlamentaria que respaldará al Gobierno del primer ministro Menájem Beguin se disputan las carteras ministeriales a repartir, el bloque religioso ortodoxo Agudat Israel -que no muestra ningún interés por entrar a formar parte del Gabinete, aunque sí lo apoyará- plantea sus revindicaciones de índole espiritual.Para Agudat Israel, que cuenta con cuatro escaños en el Kneset (Parlamento) y que dirige un consejo de rabinos, sólo una cosa es de verdad importante: que el Estado judío sea aún más judío, es decir, más respetuoso de las normas religiosas judías.

Por este motivo, Agudat Israel exige, por ejemplo, un total respeto del sabat (sábado) -día de la semana festivo para los judíos-, lo que implicaría la supresión de los pocos transportes públicos que aún funcionan. Agudat solicita también que las mujeres empleadas en la administración vayan vestidas púdicamente con mangas largas, cuellos altos, faldas por debajo de la rodilla y medias, incluso si hace calor.

Pero la principal revindicación de los rabinos que encabezan el bloque Agudat concierne al reconocimiento,de la identidad judía en función de la descendencia materna o de la conversión al judaísmo. Agudat plantea que sólo sean aceptados como judíos aquellos que se han convertido "siguiendo las prescripciones de la Halaja". La Halaja constituye para los judíos ortodoxos de Agudat, junto con la Thora, el texto sagrado e inmutable del judaísmo.

En el siglo pasado y en este mismo siglo se han desarrollado otras dos corrientes del judaísmo, la reformada y la conservadora, que, si bien respetan profundamente la Thora, consideran la Halaja como un producto de la Edad Media algo superado.

En Estados unidos y, en general, en el mundo anglosajón, estas dos nuevas ramas reagrupan a un 60% de los judíos. Pero en Israel sólo la corriente ortodoxa goza del reconocimiento oficial, y sus rabinos son los únicos habilitados para ejercer su ministerio. La aplicación de las normas exigidas por Agudat -cuyo respaldo parlamentario es indispensable para Beguin- equivaldría a excluir de la comunidad judía a los cientos de miles de norteamericanos convertidos al judaísmo en función de las normas reformadas o conservadoras y que constituyen el principal lobby proisraelí en Estados Unidos.