Interrumpida la circulación durante tres horas entre Fuenlabrada y la estación de Atocha

Tres horas estuvo paralizada la circulación de trenes durante la mañana de ayer en la estación de Leganés, debido al incidente que se produjo entre el maquinista de un tren-tranvía procedente de Fuenlabrada y los viajeros que habían ocupado la zona reservada para el servicio de Renfe, ante la falta de plazas libres en el resto del convoy.

Según parece, tras la negativa del conductor a continuar el viaje si no era desalojada la zona reservada, numerosas personas realizaron una sentada en la vía, lo que impidió el paso de trenes durante ese tiempo, hasta que fueron desalojadas por las Fuerzas de Orden Público.El incidente comenzó hacia las 7.05 horas, cuando llegó a Leganés el tranvía número 2.053, que diez minutos antes había salido de la estación de Fuenlabrada. Según la versión de algunos viajeros, los departamentos estaban ya totalmente ocupados antes de llegar a esta segunda estación del trayecto, por lo que numerosas personas optaron por ocupar la zona reservada del furgón de servicio de Renfe, que se encuentra justamente detrás de la cabina del conductor. Al darse cuenta de esta situación, el maquinista señaló a los ocupantes que no continuarla el viaje si no desalojaban dicho departamento. Ante la negativa de los viajeros al desalojo, el maquinista insistió, argumentando que ya había sido sancionado una vez con suspensión de empleo y sueldo durante cinco días por haber permitido un exceso de viajeros en el tren que conducía, y no estaba dispuesto a que Renfe le volviese a sancionar por un problema similar.

Informaciones facilitadas por Renfe señalaban en la tarde de ayer que al detectarse el proble ma surgido se unió. al convoy otra composición. Sin embargo, nu merosas personas se dirigieron a las vías y comenzaron una sentada que impedía la circulación de cualquier tren. Con ello mostra ban su protesta porque todos los trenes que circulan en el sentido Fuenlabrada-Madrid-Atocha, a cualquier hora del día, pasan siempre repletos de viajeros a su paso por Leganés, segunda estación del trayecto.

Otra nueva unidad fue incorporada al convoy, pero la sentada continuaba. Como la situación se prolongaba, fue solicitada, según parece por directivos de Renfe, la intervención de las Fuerzas,de Orden Público, que lograron despejar las vías hacia las 9.30 horas, y la circulación ferroviaria se reanudó hacia las 10.05, es decir, tres horas después. Mientras que el alcalde de Leganés, Ramón Espinar, señalaba a EL PAÍS que no había sido informado oficialmente de la actuación de la fuerza pública e indicaba que «los trenes, por lo visto, acuden con un gran retraso sobre los horarios previstos y las personas que tienen que coger los convoyes a una hora precisa, en general para acudir al trabajo, se desesperan con este problema», fuentes consultadas de la com pañía ferroviaria manifestaron que «no hubo ninguna razón especial para la acumulación de viajeros». Finalmente indicaron que el maquinista actuó conforme a su obligación.

Durante las tres horas que estuvo interrumpida la circulación tuvieron que ser suspendidos siete trenes y otros once sufrieron retrasos, uno de ellos hasta de dos horas y 51 minutos. El mayor problema afectó a los viajeros del Lusitania Expreso, que procedía de Lisboa, cuyos viajeros hubieron de ser trasladados a Madrid por medio de autocares.

Informaciones facilitadas por Renfe indican que durante el pasado mes de junio el 74% de los trenes que hacen el trayecto entre Madrid-Atocha y Fuenlabrada circularon a su hora, un 20% lo hicieron con un retraso de menos de diez minutos, y el resto, un 6%, con más de diez. Asimismo, estas fuentes manifestaron que en las mismas fechas de 1980 los 33 trenes que hacían este recorrido tenían una capacidad de 8.000 plazas, mientras que los 66 que circulan ahora tienen una capacidad de 48.000 plazas.