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Herido gravemente, por arma blanca, en el curso de una reyerta entre dos familias

José Luis Fernández Tomás, de veinticuatro años, resultó gravemente herido por arma blanca, en la noche del miércoles pasado, en el curso de una fuerte reyerta mantenida entre dos familias enemistadas por una separación conyugal de dos de sus miembros -uno de cada clan-, en el barrio de las Alamedillas. El herido recibió tres puñaladas, dos en el cuello y una en el hemitórax izquierdo, por lo que hubo de ser trasladado rápidamente a la unidad de vigilancia intensiva del Centro Ramón y Cajal, donde continúa en estado grave.

El presunto autor de las lesiones, Miguel González Hernández, de cincuenta años, agredió con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones al anterior y continúa detenido en la comisaría de Fuencarral.Durante el curso de la riña, resultaron también heridos, aunque levemente, la mujer de José Luis Fernández, María Bolaños Jiménez, de veinticuatro años, y su hermana Ana, de veintiocho, mientras en la familia de Miguel González hubieron de ser atendidos, por leves contusiones, su hermana Isabel, de 41 años, y sus hijos Miguel y Victoria González García, de veinticinco y veinte años, respectivamente.

El móvil de la reyerta fue, según declaró a este periódico Ana Bolaños, una antigua enemistad mantenida entre ambas familias, ya que, un hermano suyo está casado con una hija del presunto agresor y, tras la separación de éstos, ambos clanes «nos llevamos a matar». El 6 de enero pasado, los dos grupos tuvieron otra grave riña en el barrio, donde resultaron contusionados algunos de sus miembros, «ya que esa vez sólo utilizaron palos», manifestó la anterior. Después de este incidente, y hasta ayer, los intercambios de insultos fueron frecuentes, ya que viven muy próximos unos de otros.

Los incidentes del miércoles, según pudo saber este periódico de las declaraciones de Ana Bolaños y de la información policial, comenzaron alrededor de las 21.30 horas. Según Ana, se encontraba en su domicilio, junto a la calle del Preventorio, en compañía de su hijo, hasta que notó que la hermana de Miguel González llevaba algo escondido bajo su camisa. Se extrañó, ya que. minutos antes el presunto agresor había amenazado a José Luis Fernández en un pequeño bar situado en la plaza del barrio.

Ana Bolaños salió. al observar este detalle, para avisar a su cuñado y, cuando se dirigía hacia el bar, fue insultada, según declaraba a EL PAÍS, por Miguel González Hernández y algunos de sus familiares, que se encontraban en la esquina entre las calles de Magdalenas y de la Fuente. Todo estaba semioscuro y sólo se podían apreciar las luces del bar de la plaza, donde se encontraban muchas personas tomando el fresco. Ana volvió la cabeza, miró al clan que allí se encontraba reunido y siguió andando, pero, cuando quiso darse cuenta, uno de los miembros de esa familia, que portaba un objeto punzante en la mano, iba tras ella en actitud amenazante.

José Luis Fernández y su esposa, María Bolaños, que se encontraban en la taberna, salieron rápidamente en su ayuda y allí, en mitad de la plaza del barrio, bajo la mirada de varias decenas de vecinos, comenzó la reyerta, que pudo tener consecuencias mortales.

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"Te vamos a matar"

Los miembros de las dos familias comenzaron a insultarse y a propinarse algunos golpes y empujones, hasta que José Luis observó el largo cuchillo de coci na que Miguel González portaba ensu mano derecha. Rápidamente, cogió una silla de las que se encontraban en la terraza del bar y con ella trató de repeler la agresión, pero los familiares del presunto agresor lograron coger le y sujetarle en la calle de las Magdalenas.«i Ven y pínchale! », decían éstos, según señala Ana Bolaños mientras le golpeaban. En ese momento, Miguel González, segun parece, se acercó al grupo y propinó tres cuchilladas a José Luis, dos en el cuello y una en el tórax. Este cayó al suelo. Logró instantes después, levantarse y recorrer algunos metros hasta que, semiinconsciente, se sentó en una acera de la calle donde esperó a que se lo llevaran al hos pital, tras haber perdido bastante sangre.

La mujer del herido y su hermana fueron agredidas también y recibieron algunos cortes en los brazos por un objeto punzante que, según ellas, parecía un trozo de madera muy afilado. Ana fue sujetada junto al buzón de correos que se encuentra en la plaza del barrio y golpeada hasta que cayó inconsciente. Cuando despertó, se encontraba encerrada en un local próximo al bar. La policía, avisada telefónicamente por algún vecino, llegó al lugar del suceso sobre las 10. 15 horas de la noche. Dos coches radio-patrulla trasladaron a los heridos al Centro Ramón y Cajal y detuvieron a los presuntes agresores. A última hora de ayer, se esperaba que esta mañana todavía se encontrase en las dependencias policiales Miguel González Hernández, tras haber sido instruidas las diligencias oportunas.

El parte médico del Centro Ramón y Cajal señalaba, a última hora de ayer, que José Luis Fernández seguía en la UVI en estado grave. Sus constantes vitales estaban perfectamente controladas, aunque «es necesario observar la evolución del lierido 48 horas al menos, puesto que ese tipo de lesiones puede correr el riesgo de infectarse y podrían darse complicaciones secundarias».

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