La policía acusa a Ynestrillas de intentar adiestrar un comando de 50 personas con fines golpistas
La policía acusa al comandante de Infantería Ricardo Sáenz de Ynestrillas, arrestado el pasado 23 de junio, a raíz de la detección de una nueva operación conspiradora, de intentar constituir un grupo de cincuenta personas, que sería preparado militarmente con el objetivo de poner en práctica alguna acción golpista, según reza en las acusaciones que aquélla ha presentado al juez, a cuyo contenido tuvo acceso EL PAÍS. Según estas acusaciones, la función básica de Sáenz de Ynestrillas era la instrucción de los componentes de este grupo de acción, ya que la dirección del mismo correspondía, al parecer, a un general del Ejército, cuyo nombre desconoce aún la policía, que prosigue las investigaciones.
La policía dice en el texto de acusaciones remitido al juez que, desde la iniciación de la operación Galaxia, el comandante Sáenz de Ynestrillas no ha cesado en sus actividades involucionistas, manteniendo contactos con personas civiles y militares próximas a la ultraderecha, principalmente con el coronel del arma de Ingenieros Antonio Sicre Canut, arrestado y posteriormente puesto en libertad a raíz de este mismo caso; el presidente de la Confederación Nacional de Combatientes, José Antonio Girón de Velasco, y el dirigente de Acción Sindicalista Nacional del Trabajo (ASNT), José Antonio Assiego.En las acusaciones policiales se indica que, a través del coronel Sicre Canut, el comandante Sáenz de Ynestrillas entró en comunicación con María Paz Pérez Nieto, otra de las personas detenidas y posteriormente puesta en libertad, a fin de conseguir, por mediación de ella, contactos con personas proclives a actividades involucionistas. En este sentido, se destaca como actividad principal del citado comandante, dentro de esta supuesta operación, reunir a cincuenta personas que, instruidas por él, pasarían a formar parte de un grupo de acción que, dirigido por un general del Ejército, tendría como cometido objetivos golpistas.
Igualmente se subraya que los entrenamientos iban a llevarse a cabo en una determinada finca, y el armamento había de ser proporcionado por un contrabandista de armas extranjero, que las adquiriría en un país europeo. Ricardo Sáenz de Ynestrillas, de 46 años, se encuentra recluido en un establecimiento militar, a la espera de la resolución de un recurso presentado por el fiscal de la Audiencia Nacional contra su puesta en libertad, decretada días pasados por el juez.
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Sáenz de Ynestrillas ofreció armas y campos de entrenamiento en las reuniones golpistas
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La versión policial, construida en base a un informe interno de un funcionario y a las declaraciones de algunos de los detenidos, ya que Sáenz de Ynestrillas se negó a ser interrogado, afirma que el citado comandante mantuvo diversos contactos con personas civiles en la discoteca Real Club y en el pub Danzari, ambos de Madrid. En estos contactos parece que Sáenz de Ynestrillas manifestó su intención de llevar a cabo el plan antes citado, del que tendrían conocimiento Manuel Blanco Honrado, hijo de Juan y de Alfonsa, nacido el 2-2-1947 en Daimiel (Ciudad Real) y de profesión hostelería; José Luis Hernández Torreblanca, hijo de José y de Elena, nacido el 2-5-1939 en Madrid y de profesión perito, y Juan José Sánchez-Atienza Múgica, hijo de Laureano y de Angeles, nacido el 7-11-1951 en Oviedo y de profesión visitador médico. Estas tres personas, todas ellas residentes en Madrid, permanecen detenidas provisionalmente.
En las acusaciones policiales se indica que Manuel Blanco Honrado, que estuvo detenido en junio de 1980 por tenencia ¡lícita de armas, es miembro de base de la organización Fuerza Nueva. Esta persona ha declarado a la policía que conoció al comandante Sáenz de Ynestrillas al poco tiempo de quedar en libertad tras cumplir condena por la Operación Galaxia, y que en una de las ocasiones en que se vieron, el citado militar le indicó que buscara cinco hombres de confianza con objeto de crear un grupo que intervendría en un próximo golpe de Estado. Asimismo le dijo que enviaría a una persona para informarle de los pormenores de la formación del citado grupo, sobre el que tendrían conocimiento, según indica la policía en sus acusaciones, otros miembros del Ejército que estaban al corriente de la operación.
La policía señala en el relato de sus investigaciones que, de manera muy similar, se expresaron los otros dos detenidos, y añade que Sáenz de Ynestrillas comentó en algunas de las reuniones que habría armas y lugar para entrenamiento. Este militar se citó en varias ocasiones en el pub Danzari (al parecer propiedad de uno de los tres civiles detenidos) con el dirigente de ASNT José Antonio Assiego y con otras cuatro personas más, que, en opinión de la policía, podrían ser los guardaespaldas de éste.
Arrestado el 23 de junio
El comandante Sáenz de Ynestrillas fue arrestado el pasado 23 de junio junto con los coroneles Ricardo Garchitorena y Antonio Sicre, casi simultáneamente a la detención de los civiles Luis Sicre, hermano de uno de los dos coroneles citados; María Concepción Villagrasa y María Paz Pérez Nieto, dentro de una operación policial encaminada a desarticular lo que se suponía un nuevo intento conspirador. Junto a estas detenciones se produjeron también el arresto del comandante Jesús Campos Pérez y las detenciones de los civiles Manuel Blanco Honrado, José Luis Hernández Torreblanca y José Sánchez-Atienza Múgica, así como la de los hijos de Sáenz de Ynestrillas Ricardo y Martín.
Sáenz de Ynestrillas fue arrestado y trasladado a la Comisaría de Centro (Madrid), donde se negó a contestar a las preguntas que le hicieron los inspectores del Cuerpo Superior de Policía que llevaban las investigaciones. Posteriormente, por orden del capitán general de la I Región Militar, fue trasladado a las dependencias del Parque y Talleres de Automóviles de la Capitanía General de Madrid, donde quedó recluido.
Tras prestar declaración ante el juez militar, éste ordenó su libertad. Sin embargo, según informaron a este periódico fuentes policiales, como consecuencia de las declaraciones formuladas ante funcionarios del Cuerpo Superior de Policía por los detenidos Manuel Blanco Honrado, José Luis Hernández Torreblanca y José Sánchez-Atienza Múgica, el ministro del Interior se dirigió el 27 de junio al titular de Defensa pidiéndole la detención e incomunicación del comandante, y solicitando posteriormente al director de la Seguridad del Estado la aplicación de la ley orgánica 11 / 1980 (Ley Antiterrorista), sobre los supuestos previstos en el artículo 55.2 de la Constitución, y la prórroga del tiempo de detención gubernativa, prórroga que fue autorizada por el magistrado juez central de instrucción número dos. El Ministerio de Defensa, en aquella ocasión, facilitó una nota en la que se informaba que le había sido aplicada la ley Antiterrorista a Sáenz de Ynestrillas «por presuntos delitos relacionados con la formación de bandas armadas con elementos civiles».
Recurso del fiscal
El lunes 6, el titular del Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional decretó la libertad del comandante Sáenz de Ynestrillas, decisión esta que fue recurrida por el fiscal de la citada audiencia dentro del plazo de veinticuatro horas que le correspondía, por lo que el militar deberá permanecer en situación de prisión provisional hasta que no se resuelva el recurso de apelación por parte de la Sección Primera de la Audiencia Nacional, que es a quien le compete esta facultad. El recurso del fiscal afecta también a los tres civiles detenidos.
La policía ha basado las acusaciones formuladas contra el comandante Sáenz de Ynestrillas en las declaraciones de los tres civiles, que se encuentran aún detenidos, y en una información que sobre diversos aspectos de la trama desarticulada facilitó el hasta hace unos días comisario-jefe de Getafe (Madrid), Pedro Iglesias. Este comisario fue relevado de su puesto a raíz de dicha información, ya que, según manifestaron en su día fuentes oficiales, está implicado, en calidad de testigo, en unas diligencias sumariales que estudian los jueces.
Sin embargo, sobre la denuncia de la trama aún no se ha facilitado oficialmente una información aclaratoria.
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