_
_
_
_

Chris Evert consiguió su tercer triunfo en Wimbledon

La norteamericana Chris Évert-Lloyd ganó ayer su tercer campeonato de Wimbledon, en categoría femenina, al derrotar en el partido final a la checoslovaca Hanna Mandlikova por 6-2 y 6-2, resultado que evidenció la total superioridad de la campeona. Chris Evert, de veintiséis años, ya se proclamó campeona del torneo en 1974 y 1976, y semifinalista en 1973, 1978, 1979 y 1980.

Chris Evert se tomó en esta ocasión la revancha de Roland Garros, diputado hace un mes, en el que fue eliminada en semifinales por Hanna Mandlikova. Chris Evert, que sucede en el trono de Wimbledon a la australiana Evonne Goolagong, campeona del año pasado y ausente en este porque acaba de tener su segundo hijo, realizó un excelente, encuentro, a lo que contribuyeron los errores de su joven adversaria, dominada por los nervios en tan importante encuentro.Con la prometida del príncipe Carlos, ladi Diana, y la primera ministra, Margaret Thatcher, en compañía de los duques de Kent en el palco real y las gradas de la pista totalmente abarrotadas de público, Chris Evert rompió el maleficio de los tres últimos años, en los que fue finalista derrotada.

Hanna Mandlikova, que dio pruebas de gran clase a lo largo del torneo, al eliminar en semifinales a su compatriota, ahora apátrida, Martina Navratilova, es una extraordinaria jugadora en potencia -tiene diecinueve años- y necesariamente adquirir mayor experiencia para serenar su juego.

McEnroe-Fleming, campeones en dobles

La final de dobles fue ganada por la pareja formada por McEnroe y Fleming, que estaba designada como cabeza de serie número uno, sobre la compuesta por Robert Lutz y Stanley Smith, norteamericanos como aquéllos. Los vencedores ganaron en tres seis por 6-4,6-4 y 6-4, acreditando una absoluta superioridad.

Final de campeones

Sin duda alguna, Bjorn Borg y John McEnroe son los dos grandes monstruos del tenis actual. Hoy, a partir de las tres de la tarde, y con televisión en directo, disputarán la final del torneo más prestigioso del mundo en las pistas de Wimbledon. Sería injusto omitir en esta información el nombre de Jimmy Connors, cuya estrategia supera a la de los dos finalistas. Ocurre que Connors no goza de la condición física del sueco y además no tiene paciencia para permanecer al fondo de la pista y amarrar uno a uno cada tanto.El enfrentamiento entre Borg y McEnroe brindará, como en la final de 1980, dos estilos de tenis completamente distintos. El sueco posee en la actualidad la mejor técnica individual del mundo y nadie conecta como él los golpes. McEnroe arriesga más, sube a la red y su estrategia es muy superior a la del sueco; pero en el tenis también gana el conservadurismo, y esto hace que, una vez más, el favorito sea Borg. Es muy posible que la película del partido de semifinales entre Borg y Connors. se repita. Los norteamericanos, quizá por su idiosincrasia, en líneas generales hacen de un partido de tenis una aventura, mientras que el sueco prefiere apuntarse a un juego calculador y premeditado que falla mucho menos.

Por otro lado, McEnroe -si es que esto le preocupa- está bajo la amenaza de una sanción por los malos modos de que hace gala en la pista, y concretamente por su nueva explosión de ira. en la semifinal que disputó a Frawley, en la que le dijo al árbitro: «Eres una desgracia para la humanidad». También tuvo después incidentes con la Prensa.

En 1978, McEnroe batió a Borg por 6-3 y 6-4 en la final del Torneo de Estocolmo. Fue el primer partido que jugaron, y también en el último -final de Milán- venció el norteamericano por 7-6 y 6-4 en este mismo año. Sin embargo, en el cómputo general, Borg aventaja a McEnroe, ya que obtuvo siete victorias en los doce encuentros que disputaron.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_