El Gobierno francés desdramatiza la advertencia de Washington
La seria reacción norteamericana a la inclusión de cuatro ministros comunistas en el nuevo Gobierno francés no parece haber sido recibida con preocupación en París. El ministro de Asuntos Exteriores galo, Claude Cheysson, se limitó a comentar ayer que la nota del Departamento de Estado, en la que se anuncian unas relaciones más cautelosas con Francia, está dirigida fundamentalmente al consumo nterno de los norteamericanos.Las opiniones más autorizadas en Washington coinciden en señalar el carácter predominante de advertencia que tiene el mensaje estadounidense. Su propósito básico sería el de hacer entender a otros Gobiernos europeos que experiencias similares a la francesa no dejarían indiferente a la Casa Blanca.
La decisión del presidente Mitterrand de hacer partícipe del poder al Partido Comunista francés es vista por la nueva Administración estadounidense como un peligroso precedente que puede acabar minando la fortaleza de la Alianza Atlántica, una de las preocupaciones esenciales del presidente Reagan. Y especialmente de su flanco sur, al que pertenecen Italia, Grecia y Portugal y, probablemente, en un futuro, España.
En cualquier caso, el ministro Cheysson se encargó de desmentir ayeR afirmaciones de la televisión norteamericana, según las cuales los ministros comunistas franceses no tendrán acceso a los debates ministeriales sobre cuestiones militares. «Es una historia de James Bond», dijo el responsable de Asuntos Exteriores.
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