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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Álvarez de Miranda y la pena de muerte

Debo confesar que asisto perpleja a la interpretación que de las palabras de Fernando Álvarez de Miranda se ha llegado a hacer, presentándolo como partidario de la reimplantación de la pena capital en nuestro país.Creo que, en justicia, nada puede estar más lejos de la realidad, ya que llamar honesta a dicha pena, en comparación con la ley de Fugas, presupone sólo considerar que la pena de muerte no intenta ocultar todo el horror de su acción intencionadamente homicida, mientras que en la ley de Fugas, el mismo acto se encubre de forma hipócrita, pretendienido engañar ¡hasta a la propia conciencia!...

Un hombre como Alvarez de Miranda, de clara trayectoria humanista, que luchó para que en el artículo 15 de la Constitución se proclamara el principio del derecho a la vida, sin mengua alguna, sin excepciones que, debilitando el principio proclamado, pudieran producir más tarde, como se están produciendo, interpretaciones contradictorias, y que no sólo en sus palabras, sino en sus escritos, se pronuncia siempre inspirado en una filosofía personalista, abogando por aquella defensa de la sociedad que se basa en el respeto al hombre, no puede en modo alguno interpretarse como partidario de la aniquilación del ser humano, ya que él sabe y argumenta que de esa aniquilación jamás le puede sobrevenir bien alguno a la sociedad que la procura.

El interrogante angustioso que a mí me plantea la frase de Alvarez de Miranda es muy otro: «¿Qué turbias intenciones de sus interlocutores dieron ocasión a Alvarez de Miranda para formular esa comparación?... y ¿qué tenebrosa conciencia pretendió hacer recaer en otro sus afanes homicidas? ... » .

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Hace ya tiempo que he aprendido a no medir a los hombres por ideologías ni por siglas de partidos, ni formales creencias religiosas; para mí no hay más diferencia que aquella clara distancia entre los que optan por la vida y los que optan por la muerte, sin posibilidad de términos medios./ Secretaria general de la Asociación Contra la Pena de Muerte.

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