Mortal accidente del francés Lafosse

El piloto francés Jean-Louis Lafosse, de cuarenta años de edad, resultó muerto a causa del tremendo accidente sufrido al pinchar una rueda en la larguísima recta de Les Hunnaudieres, cuando rodaba a 350 kilómetros por hora, en el curso de las primeras horas de Las 24 Horas de Le Mans. En otro accidente, un comisario también resultó muerto. Al cierre de esta edición, el belga Jacky Ickx, al volante de un Porsche, dominaba ampliamente la carrera. Los españoles Villota y Juan Fernández habían tenido problemas con la caja de cambios de su Lola, perdiendo mucho tiempo en su reparición, según informan las agencias.En otro accidente, el WMP de Saulnier-Boutsen se salió de la pista, también en la recta, para arrollar a dos comisarios de pista. Aunque el piloto salió ileso, uno de los comisarios falleció en el acto y el otro sufrió gravísimas heridas.

Este y el otro accidente podrían haber sido provocados por la degradación de los neumáticos, fruto del fuerte calor reinante.

El francés Jean-Louis Lafosse, un especialista en carreras de larga duración, era más conocido por su dilatada carrera que por haber cosechado grandes éxitos. Llevaba algún tiempo retirado, pero, a instancias del constructor y piloto francés Rondeau, vencedor de la última edición, decidió volver a la competición para reforzar al equipo galo formando pareja con el especialista en rallies Ragnotti.

Precisamente en el equipo Rondeau debía haber tomado parte como piloto oficial el español Carlos Peñacoba, trágicamente desaparecido en un accidente de carretera la pasada semana.

El dominio del belga Jacky Ickx salvo el tiempo empleado en una parada en boxes, había sido aplastante hasta el cierre de esta edición Ickx, uno de los pilotos más completos de toda la historia del de porte automovilístico, llevaba más de un año retirado de la competición. Pero, la posibilidad de conseguir su quinta victoria en la más célebre carrera de resistencia del mundo no dudase la fábrica germana le propuso pilotar su primer coche un coche capaz de alcanzar 365 kilómetros por hora en la larguísima recta de Les Hunnaudieres, de cinco kilómetros de longitud, y cuya caja de cambios, causante de los problemas que impidieron la victoria del belga el pasado año, había sido muy reforzada.

Jacky Ickx fue el más rápido en los entrenamientos, en los que, sin forzar demasiado, llegó a rodar a un promedio de 234 kilómetros por hora. Desde el comienzo de la carrera, el belga tomó el mando de la misma, y, anoche, su ventaja sobre su más directo rival, el francés Migault, era ya de varias vueltas.

Por lo que respecta a los españoles Emilio de Villota y Juan Fernández, que comparten el volante del Lola de De Villota con el británico Guy Edwards, los problemas sufridos en la caja de cambios les detuvieron mucho tiempo en los boxes para su reparación. Como, además, el Lola no supera los 320 kilómetros por hora en la recta, debido al diseño de su chasis, el remontar hasta las posiciones de cabeza es ya prácticamente imposible.

La carrera, que dio comienzo ayer a las tres de la tarde -con una hora de adelanto respecto al horario tradicional, por motivos electorales-, terminará esta tarde a esa misma hora.