Protesta de la masonería italiana por el secuestro de sus archivos
La Magistratura italiana ha secuestrado, en la sede central de la masonería oficial italiana, el Gran Oriente, las listas de los 20.000 afiliados a las distintas logias. La protesta del gran maestro del Gran Oriente, Ennio Batelli, ex general de aviación, ha sido inmediata. Se ha dirigido al presidente de la República, Sandro Pertini, denunciando un intento de «criminalizar a todos los masones».También el Partido Republicano, que por tradición ha estado siempre muy unido a la masonería, ha expresado su «perplejidad» por la decisión de los jueces.
En realidad, los magistrados no se han llevado el archivo con los nombres de todos los masones italianos, cuyas listas no son secretas y deben estar siempre a disposición de las autoridades judiciales. Lo que han hecho ha sido colocar bajo su control las listas para evitar que nadie pueda manipularlas. Al parecer, la comisión que investiga a los presuntos implicados en la logia clandestina Propaganda 2 (P-2) ha pedido un análisis de estas listas de «masones oficiales», porque muchos de los que aparecen en la P-2 han declarado que ellos son masones, pero que no tenían nada que ver con la controvertida logia de Licio Gelli, dando a entender que éste ha podido hacer, por su cuenta, un trasvase de nombres.
Por su parte, el gran maestro del Gran Oriente ha comunicado que la Corte Central de la masonería italiana ha excomulgado a Licio Gelli, expulsándolo definitivamente de la masonería.
