El fuego no pudo causar las fracturas que presentaban los jóvenes muertos en Almería
Las fracturas que presentaban los cadáveres de los tres jóvenes muertos por la Guardia Civil de Almería, mientras eran conducidos a Madrid detenidos como presuntos terroristas, no pueden ser consecuencia de la incineración sufrida por los mismos en el incendio registrado en el vehículo en el que viajaban, al caer éste por un terraplén en la carretera de Gergal, tal como parece que en el informe judicial habría quedado señalado.
Según ha podido saber EL PAIS, la acusación particular en el sumario que se instruye sobre los sucesos de Almería ha venido manteniendo la creencia de que las fracturas que presentan algunos de los miembros de las víctimas no se podían deber a la cremación sufrida en el incendio referido.En este sentido, la acusación particular, que ostenta el abogado Darío Fernández Alvarez, se puso ayer en contacto con un centro de especialidades en tratamiento y diagnóstico en quemados de Valencia, reputado como el de mayor conocimiento técnico y preparación de España, donde por especialistas del mismo se aseguró que «es dogmático que por quemaduras un hueso no puede resultar fracturado. Las roturas de hueso siempre son por traumatismos».
En el mismo centro hospitalario se confirmó a la acusación particular que mediante el oportuno estudio anatopatológico se puede establecer la fecha exacta del fallecimiento. Este estudio consiste. en términos generales, en la disección del hueso fracturado en una longitud de cinco centímetros a cada lado del punto de fractura y el posterior análisis del interior del hueso.
Este hecho viene a sumarse a las últimas novedades que estos días se registran en la instrucción del sumarlo seguido por los sucesos de Almería, el cual, a medida que avanza su desarrollo, presenta nuevas contradicciones con la versión oficial sobre los hechos ofrecida por el Gobierno ante el Parlamento.
De otra parte, de confirmarse sumarialmente la imposibilidad de que un hueso pueda resultar fracturado por incineración, la primera versión judicial sobre la fractura de las extremidades de la víctima se vería contestada.
En cuanto a la marcha del sumario, la próxima semana pueden establecerse nuevos datos acerca de cómo ocurrieron los hechos mediante la declaración que habrán de prestar integrantes de la peña de pescadores almerienses El Palmeral, que trataron de apagar el incendio del vehículo en el que se encontraban las víctimas -según sus propias declaraciones-, sin que la Guardia Civil lo permitiera, tal como denunció el portavoz comunista en la Comisión de Interior del Congreso, Simón Sánchez Mortero, en la sesión informativa sobre los sucesos de Almería.
Dificultades al abogado de los familiares
Por otra parte, la acusación particular pondrá mañana en conocimiento del colegio de abogados de Almería la «vejación de que he sido objeto por parte de la Guardia Civil, que me ha impedido acceder libremente a m¡ representado, el sargento Bonill, afectado por un proceso judicial interno a la institución».Según explicó a EL PAIS Darío Fernández, cuando la tarde del viernes se encontraba en la comandancia de la Guardia Civil de Almería asistiendo al referido sargento Bonill, donde éste permanece arrestado, fue conminado a abandonar las citadas dependencias por un suboficial que, según aseguró, seguía órdenes al respecto del teniente coronel jefe de dicha comandancia, que es, a, su vez, uno de los tres guardias civiles implicados en el sumario por los hechos de Almería. El suboficial que obligó a Dario Fernández a abandonar la comandancia le comunicó que podría visitar a su representado todos los días, de once a doce de la mañana.
