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TEATRO

Las imágenes de King Crimson

Quien se acerque a la sala Olimpia, de Madrid, a lo largo de todo el mes de junio en busca de un espectáculo musical o de danza o de mimo, no encontrará ninguna de estas cosas. Nadie mejor que el propio Teatro Metropolitano de Barcelona define su espectáculo Sinfonic King Crimson, afirmando que es una propuesta en la que se da la unificación de diferentes lenguajes como son la música, el actor, la luz, el color, el espacio y los objetos escenográficos sin que ninguno de ellos ejerza protagonismo sobre los otros y todos juntos formen una sola unidad.El hecho de que se haya elegido como base del espectáculo la música del conocido grupo King Crimson no es casual. Nadie mejor que este grupo ofrece lenguajes fácilmente traducibles en imágenes y el Metropolitano no ha hecho más que transportar sobre un escenario la posibilidad de visualización de todo ese clima sugerente que crea King Crimson y en el que aparecen de forma continua los simbolismos ambientes trágicos, sensuales, mágicos, oníricos y fantásticos.

A lo largo de todo el espectáculo se ha tenido en cuenta una cadencia progresiva que a partir de los sucesivos ritmos de la música de King Crimson está marcada por el aluvión de imágenes visuales que de forma continua y en aumento ofrece esta sinfonía dirigida por lago Pericot y Sergi Mateu .

La belleza plástica del montaje es por sí sola todo un espectáculo. Los temas escogidos y la calidad de sonido podrían ofrecer la posibilidad de asistir a la obra con los ojos cerrados, pero ello es imposible. Hay cinco cuerpos en el escenario hablando, y lo que comunican a través de toda la piel sumerge al público en un fantástico viaje de hora y media en el que cualquiera se puede dejar transportar del patio de butacas al mundo de los sueños alucinógenos donde el sonido, el color, la luz y las formas más indescriptibles terminan por proporcionar toda una catarsis que pone en peligro la línea divisoria entre el mundo de lo real y el de la alucinación.

Sinfonic King Crimson es un montaje de gran belleza plástica y estética en el que la visualización de las más increíbles formas descritas con el apoyo de sonidos también ofrece un ritmo, ya que las imágenes garantizan una sorpresa que se va dando en aumento a medida que transcurre el espectáculo y el tono de asombro es total cuando finaliza.

Si damos por válida la definición en la que se afirma que títere es todo objeto susceptible de crear con él un hecho teatral, tendríamos que considerar el montaje de lago Pericot y Sergi Mateu como un impresionante espectáculo de titiriteros, ya que consiguen que hasta los propios actores se vean convertidos en objetos que escenifican.

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