Un éxito socialista
Alguien comentó que en la última reunión de la Internacional Socialista, en Madrid, determinado líder político huía de fotografiarse con François Mitterrand, para no asociar su imagen a la del eterno perdedor. Pero Mitterrand, mejor dicho, el Partido Socialista francés, y la izquierda francesa toda han ganado.Ha triunfado un partido en el que su sistema organizativo es la tendencia, casi concebido como una federación o confederación de grupos socialistas que conviven y se responsabilizan, y en el que cada uno sabe lo que representa, y el ansia hegemonista de los aparatchik está frenado por el equilibrio de las corrientes, debate permanente interno, la representación proporcional y en el que la lucha ideológica y la discusión eliminan cualquier tentación de cesarismo.
Ha triunfado un partido que, firmemente presente en las instituciones, Ayuntamientos, consejos regionales, asamblea legislativa, está más presente aún en las fábricas, en el mundo de la juventud y que ha asumido luchas radicales -su programa-, que tratan de cambiar en serio y no de boquilla la sociedad francesa, y a quienes no asusta hablar de nacionalizaciones, homosexualidad, control del Ejército, sindicatos de soldados o de la verdadera laicización de la sociedad.
Y ha triunfado poniéndose a la cabeza de la unión de las izquierdas, sin competitividad con otras formaciones de este campo, sin hegemonismos, sino ganándose el fiderazgo de ésta con la acción y con la responsabilidad.
Esto es grave. Ha triunfado un socialismo no consensuante, no anticomunista, no de Estados Unidos, que practica la movilización de masas, la lucha ideológica, la oposición a la burguesía, y que es una auténtica alternativa de sociedad, no sólo de gobierno, ni cómplice de la concertación. Y, además, con ello se profundiza la democracia en Francia, se garantizan las libertades, la soberanía nacional, se afirma la vía europea autónoma frente a los dos bloques.
Creo que los discípulos ahijados de Willy Brandt deben hacer alguna autocrítica y corregir algún análisis, cuando resulta que ese modelo de partido, esa firmeza ideológica y esa acción política, tan contrarias a lo que los socialamericanos propenden, lleva el socialismo al triunfo por la vía de las urnas, con el respaldo del pueblo, democrática y pacíficamente, y por contra el pragmatismo de los llamados autónomo-socialistas les arroja en las faldas de los liberales, los cristianodemócratas, la derecha pura y simple y los responsabiliza de todos y cada uno de sus errores./ . Diputado socialista.
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